El banco malo concentrará en menos de cinco entidades la gestión de sus activos

La urgencia con que se constituyó la Sareb hace algo más un año obligó a esta sociedad a encargar la gestión provisional de los activos financieros e inmuebles que absorbió de las siete cajas de ahorros con ayudas públicas a esas propias entidades. El banco malo pretende ahora sacar a subasta antes del próximo verano los servicios de gestión, mantenimiento y venta de esos 50.781 millones de euros en créditos e inmuebles, para concentrarlos en tres o cuatro entidades gestoras a partir de enero de 2015.

Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia Banco, Ceiss, Liberank, BMN y Caja 3 cedieron esos activos a la Sareb entre finales de 2012 y 2013. Y firmaron un contrato por el cual mantenían su gestión durante un ejercicio y a cambio de una comisión, que el año pasado costó a la Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) 200 millones de euros. Ese contrato se prorrogó posteriormente hasta diciembre de 2014.

El apetito mostrado en los últimos meses por inversores extranjeros, sobre todo fondos de inversión, para hacerse con negocios similares a estos en España ha llevado a la dirección de la Sareb a tomar la decisión de entregar por fin la gestión de esa cartera —sólo incluye los activos minoristas— a gestores especializados en estos activos, según fuentes cercanas a la misma. De hecho, algunas de las citadas cajas han hecho lo propio, como Bankia, que externalizó la gestión de su plataforma inmobiliaria —Bankia Habitat—, cediéndola al fondo Cerberus . Y BMN acaba de ceder la suya a Aktua (Centerbridge) .

La sociedad presidida por Belén Romana entiende que esas entidades financieras, pese a que han ido vendiendo sus inmuebles, están centradas ahora mismo en otras tareas, como su reestructuración. Además, el hecho de que se hayan replegado a sus territorios de origen les resta capacidades —red de oficinas— para enajenar los activos que vendieron a la Sareb. El banco malo quiere profesionalizar el servicio al máximo y para ello lanzará un concurso público antes del próximo verano, con el fin de cerrarlo en el mes de septiembre y que en enero de 2015 los nuevos gestores se hagan cargo de la plataforma.

La entidad espera que esos servicios sean asumidos por tres o cuatro compañías de gestión, por lo que previsiblemente tendrá que dividir la plataforma. Podría hacerlo por tipos de activos o por su ubicación geográfica, entre otras posibilidades que la sociedad está estudiando dentro de un proceso que se antoja muy complejo.

Uno de los obstáculos con los que tendrá que lidiar la Sareb es precisamente con el hecho de que algunas de esas siete entidades ya cedieron sus plataformas inmobiliarias, que incluyen sobre todo los activos que cedieron al banco malo. Por tanto, un fondo como Cerberus podría ver cómo el banco malo saca a subasta y entrega a otro grupo la gestión de unos activos que ahora estaban bajo su administración. Para solucionarlo, fuentes del sector financiero consultadas por ABC apuntan a que la Sareb tendrá que llegar antes a un acuerdo con esos fondos, que previsiblemente estarán en la puja.