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entrevista al ministro de hacienda

Cristóbal Montoro: «España está saliendo de la crisis gracias a los ajustes y a las reformas»

El ministro defiende que la grandeza de nuestro país está en que ha hecho sus deberes y ahora empieza a ver los frutos de los sacrificios realizados. Asegura que «la economía se empieza a mover» y que algunos ciudadanos ya lo notan

Cristóbal Montoro: «España está saliendo de la crisis gracias a los ajustes y a las reformas» ángel de antonio

yolanda gómez, maribel núñez

Cristóbal Montoro es, sin duda, el ministro más políticamente incorrecto del Gobierno de Mariano Rajoy y su sinceridad le ha generado múltiples críticas, algunas de ellas esta misma semana, cuando habló de la mala calidad del cine español , o de la subida de los salarios.

«Todos nos equivocamos alguna vez y no me cuesta reconocer los errores» , asegura en esta entrevista el ministro de Hacienda, que defiende los frutos de la política fiscal y económica que están permitiendo a España dar los primeros pasos hacia la recuperación, «aunque algunos no quieran verlo».

Cristóbal Montoro repasa también en estas páginas sus planes para la reforma fiscal y del modelo de financiación autonómica y desvela su confianza en que la recuperación económica ayude a resolver el problema catalán .

— El Gobierno catalán insiste día tras día en que el Estado español les roba, y ustedes no reaccionan con contundencia a estas acusaciones. ¿Es cierto lo que dice Mas?

— Lo que es verdad es que la Cataluña que forma parte de España ha protagonizado en los últimos casi veinte años la etapa de prosperidad mayor de la historia. A mitad de los años noventa Cataluña tenía 93-94% de la renta de la media europea y hoy tiene un 117% o un 118%. En los años de crecimiento económico y creación de empleo, con Cataluña en España y en la UE se crearon 1.400.000 puestos de trabajo y se abrieron unas 100.000 empresas. Esa es la realidad.

— ¿Qué impacto económico y fiscal tendría para Cataluña y para el resto de España un escenario de posible independencia?

— Cataluña sufriría las consecuencias de salir de la UE y de abandonar la moneda única. Por supuesto, podría adoptar la «La recuperación económica podrá ayudar a solucionar el problema catalán»moneda de forma voluntaria, pero sin las ventajas de financiación propias de ser miembro de esa moneda única. Lo más importante es que el debate político que se está produciendo no está entorpeciendo la recuperación de España, en la que Cataluña es un motor fundamental, ni la recuperación de la credibilidad del país ante los inversores. Cataluña necesita al resto de España y el resto de España necesita a Cataluña para lo que debe ser el objetivo político básico: acabar con esta crisis económica y volver a un crecimiento creador de empleo.

— Y como ministro de Hacienda ¿no debería explicar a los ciudadanos catalanes que la primera consecuencia de la independencia sería la quiebra de la región? Ahora mismo Cataluña ha tenido que acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para poder financiarse.

— Cataluña es una comunidad autónoma que, como otras, no tiene acceso al mercado financiero. Es un problema que se está resolviendo desde el Estado español, que está haciendo lo que tiene que hacer: ayudar a Cataluña y a otras regiones, que son una parte de España, a financiar correctamente el conjunto de los servicios públicos.

— Pero gracias a este sistema y al Estado Cataluña y el resto de regiones que se han acogido a él están ahorrando mucho dinero en intereses, lo que es un tanto contradictorio con el «España nos roba».

— Sí se están ahorrando mucho dinero, y si más comunidades autónomas entraran en el FLA se ahorrarían también muchos intereses y podrían dedicar parte de sus recursos presupuestarios a otras cosas.

— ¿Le parece mal que autonomías como Madrid o Galicia no hayan recurrido al rescate del Estado?

— No me estoy metiendo con nadie. El mal llamado rescate de las autonomías tenemos que verlo como un mecanismo de financiación más barato del Estado, y el Estado somos todos.

— Pero tampoco España ha querido acudir al rescate europeo, aunque supusiera financiación más barata.

— España ha pedido lo que necesitaba, la ayuda para los bancos.

— ¿Y no se han arrepentido? Al final pedir ayuda estigmatiza y te trae aquí a la Troika, y eso es quizá lo que quieren evitar las autonomías que pueden, tener encima al ministro de Hacienda controlando sus cuentas.

— No nos hemos arrepentido. Y la pregunta que hay que hacer a las comunidades que no quieren acudir al FLA es cuánto cuesta a sus presupuestos y, por tanto, a los ciudadanos de esos territorios esquivar ese control.

— ¿Y cuánto les cuesta?

— Las autonomías que están en el FLA se han ahorrado en intereses 503,19 millones al año, y hasta 2014 creemos que se ahorrarán unos 3.275 millones.

— ¿Cuándo van a publicar las balanzas fiscales para que sepamos exactamente lo que se recauda y lo que se invierte en cada autonomía?

— Tenemos los trabajos muy avanzados y nuestra intención es presentarlas a finales de año para luego acometer una reforma fiscal, y a renglón seguido la reforma de la financiación autonómica y local.

— ¿Y cuánto va a costar? Hasta ahora cada reforma del sistema de financiación ha obligado al Estado a poner miles de millones sobre la mesa.

— Cuando hablamos de modificar el sistema de financiación de lo que hablamos es de cómo distribuir los impuestos para financiar los servicios públicos. Hay que ordenar las competencias.

— ¿Y puede ceder el Estado más competencias, o al revés, recuperar alguna, como ha sugerido alguna autonomía?

— La devolución de competencias no es un escenario real. Además, a quien lo planteó se le olvidó la coletilla de que debía devolver la competencia al coste que la recibió.

— Volviendo a Cataluña, ¿cree que es posible frenar las ansias independentistas con más y mejor financiación?

— No, claramente la financiación no es un factor determinante. Lo que puede ayudar, y mucho, es la superación de la crisis económica.

— Desde el PP catalán también se ha propuesto mejorar esa financiación. ¿Qué ocurrió con la propuesta de Sánchez-Camacho, para que se enfadaran tanto los otros dirigentes regionales del PP?

— Tuvimos una reunión no sólo con Alicia, sino con la cúpula del PP en Cataluña, y fue bien. Ellos no entendieron la reacción mediática a una propuesta que estaba aprobada en su congreso hace más de un año y que, por supuesto, me remitieron a mí. La cuestión es que el concepto de solidaridad entre regiones no es correcto en España porque en nuestro país no hay transferencias entre comunidades ricas y pobres, como sucede en los «landers» alemanes. Pagamos impuestos en función de la capacidad económica y a partir de ahí el sistema redistribuye la cuota aportada por los contribuyentes para financiar los servicios públicos, pero no hay una distribución regional. El Estado somos todos, y ahora más que nunca, con un Estado central cada día más adelgazado.

— ¿Habrá un nuevo reparto de fondos entre comunidades?

— Ahora no va a haber ningún cambio en el sistema de reparto. Cuando crezca de nuevo la economía habrá que garantizar la «Habrá que esperar a la recuperación para abrodar una reforma en la financiación»financiación equitativa de los servicios públicos en cada una de las regiones y habrá también un esquema de recursos propios en cada una de las comunidades, y cada gobierno regional podrá subir los impuestos a sus ciudadanos para atender sus necesidades. Lo que no se puede hacer en ningún caso es cambiar el sistema de financiación por la presión política, aunque está claro que el actual sistema deja a muchos insatisfechos. Cualquier reforma, en todo caso, está condicionada a la recuperación.

— La mayoría de los gobiernos regionales se han quejado de la escasa inversión que los Presupuestos prevén para sus territorios. ¿Con qué criterios se reparte la inversión estatal?

— Las inversiones públicas hay que hacerlas en función de proyectos de infraestructuras que vertebren económica y políticamente al país, ese es el concepto. El Estado está para apostar por proyectos que en un momento cruzan por unos territorios de España y en otros por otros, no está para dar satisfacción a un dirigente regional, por muy importante que sea. El Estado debe marcar unas prioridades y financiar unos proyectos de infraestructuras que convengan al conjunto del país. Ahora hemos escuchado un coro de lamentos tan generalizado entre los dirigentes regionales que parece que no hemos invertido en ningún lugar de España, cuando hay más de 7.000 millones en inversión regionalizable. Estas críticas, cuando se generalizan de esta forma, son absurdas,…

— Uno de los dirigentes autonómicos más críticos con sus políticas es Ignacio González. Se queja de la caída de inversiones, del sistema de financiación…

— Sí, pero el sistema de financiación no lo hemos hecho nosotros, es el que estaba vigente. De todos modos, no es sólo Madrid quien pide más financiación, también lo hacen los dirigentes de Murcia, de Valencia…

— Entonces estamos de acuerdo... Habrá que volver a poner mucho dinero encima de la mesa para contentar a todos.

— Pero no tengo ese dinero. Habrá que esperar a que haya recuperación económica, a que se genere riqueza, para que haya algo que repartir. Los que dicen que hay que precipitar esa reforma de la financiación autonómica se equivocan. ¿Qué quieren que repartamos, si no hay dinero? ¿La nada?

— ¿Tendremos que esperar a la próxima legislatura, porque mucha riqueza en los próximos dos años no parece que se vaya a generar?

— Habrá reforma esta legislatura. El año que viene creceremos, y ya dicen muchos expertos que habrá creación de empleo en la segunda mitad del año.

— Los Presupuestos dicen que se crearán 20.000 empleos, pero se han destruido cuatro millones con la crisis.

— Primero hay que dejar de destruir empleo, y eso da mucha tranquilidad a la gente, porque dejan de temer que vayan a perder su puesto de trabajo, y pueden empezar a consumir. Veremos el efecto de esa confianza…

— Usted aseguró hace unos días que la economía española volvería a sorprender. ¿A qué se refería?

— Ya está sorprendiendo. El dato que está cambiando es el de la balanza por cuenta corriente del país. España ya se financia por sí misma. Con esa base la economía española va a empezar a moverse. Y el esfuerzo estructural de reducción de déficit público está empezando a dar sus frutos.

— Pero ¿cuándo va a empezar a percibir el ciudadano esa recuperación?

— No ha llegado todavía a la mayoría de la población, pero llegará, porque hemos sentado las bases y entrado en un círculo virtuoso, de estabilidad económica y de precios. De hecho, hay una parte de los ciudadanos que ya empieza a notar esa recuperación. En Bolsa, por ejemplo, hay diez millones de españoles que se están beneficiando de las alzas de los últimos meses. Hemos sentado las bases, y como los mercados lo que leen son las cifras, se nos ha abierto la financiación.

— También ayudó el Sr. Draghi...

— Sí, claro, pero eso fue en agosto del año pasado y desde entonces la situación ha mejorado considerablemente.

— ¿Y cuánto va a ahorrar el Estado con esta mejora de la financiación?

— Este año nos vamos a ahorrar más de 5.000 millones. Y a esta situación positiva se le añade la baja inflación. Vamos a cerrar el año por debajo del 1%, y eso es muy importante. Hemos hecho una devaluación con tipo de cambio fijo y ganando competitividad rápidamente vía la balanza por cuenta corriente... y son los trabajadores los que han convertido a España en un foco de atención mundial en términos de aumento de competitividad.

— Sí, porque nos han bajado los salarios, aunque usted insista en que nos los han subido. Menudo lío ha montado. Hasta los empresarios reconocen que ha habido recortes.

— Los trabajadores han realizado un gran esfuerzo con los recortes de sus salarios, que junto con la reducción de costes laborales unitarios es lo que está permitiendo la mejora de la competitividad e impulsando la salida de la crisis. Los salarios que se negocian en convenio están subiendo un 0,6% este año, y están teniendo esa moderación salarial con el acuerdo de empresarios y sindicatos.

— Sus palabras poniendo en duda la calidad del cine español también le han generado algunas críticas...

— La industria del cine español es uno de los sectores que genera riqueza tanto económica como cultural. Y por eso tengo el compromiso con el cine de pagar la deuda pendiente en breve. Además, estamos estudiando incentivos fiscales al cine en el marco de la comisión para la reforma del Mecenazgo.

— ¿Van a cumplir los objetivos de déficit o serán necesarios más ajustes?

— Vamos a cumplir. Vamos por el buen camino. La ejecución en el segundo triemestre de este año es un 10% inferior al mismo periodo del año pasado.

— ¿Está adelgazando la Administración?

— ¡Cómo se puede dudar de que está adelgazando la Administración cuando se han perdido más de 300.000 empleos en el sector público! El año pasado el conjunto de administraciones hizo un ajuste de más de 20.000 millones en las cuentas públicas, y más de tres cuartas partes fue reducción del gasto. Gracias a esto y a las reformas el país está saliendo de la crisis. Es un esfuerzo de toda la sociedad. Somos un país que ha hecho lo que tenía que hacer y esa es nuestra grandeza y hay que reconocerla, aunque algunos, de los que se llaman expertos en economía, parecen no conocer las cifras.

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