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José Viñals, la única voz española que resuena ahora en el FMI

Se trata del español de más alto rango en el organismo que dirige Christine Lagarde. Madrileño de 59 años, era número dos del Banco de España en los albores del estallido de la burbuja inmobiliaria y ahora es altavoz de la estabilidad financiera global

José Viñals, la única voz española que resuena ahora en el FMI efe

érika MONTAÑÉS

Un artículo del periódico «New York Times», publicado en junio de 2012 , hablaba de tres altos cargos españoles en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por supuesto, citaba a Rodrigo Rato , quien fuera director del organismo entre los años 2004 y 2007, y también pasaba revista a la gestión en el organismo de Jaime Caruana (quien estuvo entre 2006 y 2009) y José Viñals Íñiguez, que sustituyó al otrora gobernador del Banco de España en 2009 y ocupa desde entonces el puesto de consejero financiero y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales. En este momento, es Viñals, nacido en Madrid un 20 de junio de 1954, el único español que nos queda como alto rango en Washington, pero es, seguro, el más desconocido por el público aquí, en nuestro país.

El mismo día que esta semana Barack Obama oficializaba que Ben Bernanke no seguiría por más tiempo en el cargo de presidente de la Reserva Federal estadounidense, un sillón que ocupaba desde el año 2006, Viñals era interpelado por su opinión personal sobre la nueva jefa de la economía mundial, Janet Yellen. «Es la candidata perfecta y su designación ayuda a disipar la incertidumbre », colegía el director de Asuntos Monetarios del organismo que dirige otra todopoderosa mujer, Christine Lagarde. «Dadas sus credenciales académicas y su experiencia en política monetaria, no podría pensar en nadie mejor preparado que Yellen para dirigir la Fed en estos desafiantes tiempos» , afirmó el español en la misma rueda de prensa en la que daba voz a los datos del último informe de Estabilidad Financiera Global.

Porque Viñals, de 54 años representa al FMI en el Consejo de Estabilidad Financiera . Por eso, este miércoles 9 de octubre, además de valorar a la mujer que domina las riendas de parte de la Economía mundial desde la Fed, también t rasladaba «buenas noticias a España», porque -señaló- «el nivel de provisión de los bancos es suficiente para enjugar cualquier pérdida derivada de la posible moriosidad de las empresas». Ante periodistas como el corresponsal de ABC en Washington, Viñals destacó que la robustez de la economía española es mejor con la existencia del denominado «banco malo» o la Sareb , que ha hecho una labor muy importante para quitar de los bancos préstamos ligados al sector inmobiliario y darles un tratamiento concreto». También glosó del mismo informe que «cerca del 50% de la deuda corporativa en Portugal, el 40% en España y el 30% en Italia está en manos de empresas que serían incapaces de hacer frente a sus deudas a medio plazo a menos que hagan ajustes como una reducción de la deuda, de los costes operativos o de los gastos de capital. Estas dificultades se concentran en pequeñas y medianas empresas», diagnosticó Viñals a partir del estudio, e indicó igualmente que tales empresas tienen que acometer procesos de reducción de costes, mientras que algunos bancos deberán «aprovisionarse contra esas pérdidas, para lo que tendrán que usar una gran parte de futuros beneficios» y en algunos casos incluso capital. Viñals sí enfatizó y dejó claro que frente a los bancos italianos o lusos, con una posición menos solvente, los españoles están preparados y bien parapetados para afrontar cierto volumen de pérdidas.

Viñals es defensor subrepticio, desde su importante cargo, de los efectos de la reforma bancaria emprendida por el Gobierno popular de Mariano Rajoy. No obstante, tanto en el mencionado reportaje del rotativo neoyorquino como en diversos foros de expertos y analistas bancarios, su nombramiento en marzo de 2009 en sustitución de Caruana fue acogido con cierto escepticismo, puesto que se le reprochaba «complacencia» ante la crisis advenediza, que nadie supo vislumbrar con claridad. Entre los detractores, la crítica que se le hace es que quien había defendido con uñas y dientes desde su puesto de vicegobernador del Banco de España la estabilidad y la confianza hacia el «sistema bancario español y la capacidad de sus administradores y gestores para dirigir prudentemente sus negocios» (palabras pronunciadas en julio de 2008) y no urgía la necesidad de depurar los lastres del sistema bancario, aplaude ahora la reforma desde su ubicación en el FMI. De hecho, buceando en la hemeroteca, la información del «New York Times» y otros artículos recapitulan algunas de sus declaraciones en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando parecía que la crisis hipotecaria había hecho saltar por los aires repentinamente todas las estructuras económicas y financieras solventes.

Sus afines destacan que el Banco de España lanzó sus relaciones internacionales El Banco de España comenzaba a toparse con el que luego sería un auténtico drama, el de las cajas y el desorbitado crecimiento del crédito, el aumento de la financiación externa, los activos tóxicos del ladrillo y el aumento de préstamos sin fondos para su cobro y el endeudamiento cada vez mayor de las familias y a pesar de ello, se recogían palabras de Viñals que parecían vanagloriarse de «la regulación finaciera y la supervisión llevaba a cabo por el Banco de España que habían contribuido a que el sistema se encontrase en una posición sólida». No tardó en necesitar achicar aguas por todas las fisuras abiertas. En octubre de 2008, todavía tenía «fundada confianza» en que la crisis se superaría pronto. En una entrevista concedida al diario «El País», dos años después, también señaló que la banca española se mantuvo «al margen de los excesos financieros en términos de productos sofisticados y tóxicos». Algo que ya no parece creíble a estas alturas.

Entre sus partidarios, sí se pone énfasis en que durante su gestión en el Banco de España contribuyó a acometer los problemas derivados de la crisis e impulsó de manera sobresaliente las relaciones internacionales de la institución.

Un brillante y amplio currículo

Lo que no se le puede negar al único representante que nos queda en las altas esferas económicas, junto al comisario Joaquín Almunia en Bruselas, es un brillante y dilatado expediente económico. Él no aprendió la economía «en dos tardes», como aconsejó el ministro Sevilla al presidente Zapatero. Viñals es licenciado en Económicas y Empresariales por la Universidad de Valencia y doctor en Economía por la Universidad de Harvard. En su currículo, colgado en la página web del FMI, figuran también un Máster en Economía por la London School of Economics y un Doctorado en Economía de la Universidad de Harvard. Fue igualmente miembro de la Facultad del Departamento de Economía de la Universidad de Stanford.

Vinculó desde los noventa su carrera profesional al Banco de España, donde desempeñó el cargo de vicegobernador tras saltar de la Jefatura de Estudios Económicos a la de Estudios Económicos, Monetarios y Financieros y ser también director general de la entidad bancaria central. Encabezó el equipo de asesores económicos del Comité de Gobernadores de Bancos Centrales de la Unión Europea y fue miembro del Banco Internacional de Pagos (BIS ) del Comité sobre el Sistema Financiero Global, el Comité de Política Monetaria del Banco Central Europeo y el alto grupo nombrado por el presidente de la Comisión Europea para examinar los retos económicos de la Unión Europea. A esta ristra de cargos, hay que sumar que participó en el Comité Económico y Financiero Unión Europea y fue consejero de la Autoridad de Valores españolas y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Viñals Íñiguez ejerció como presidente del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (Cemfi) en España, prseidió el Comité del Banco Central Europeo de Relaciones Internacionales y fue pesidente del Fondo de Garantía de Depósitos de España, el Fondo de Garantía de Depósitos de Bancos, Cajas de Ahorros y Cooperativas del Crédito de España.

Ganó el Premio Rey Jaime I de Economía en junio de 2001Entre sus logros, tiene en su haber el Premio Rey Jaime I de Economía el 27 de junio de 2001 por «su relevante contribución a la investigación en política macroeconómica». Ha sido asistente del presidente de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de los EE.UU. y consultor del FMI, el Banco Mundial (BM) y la Comisión Europea (CE). Ha publicado numerosos trabajos sobre asuntos de macroeconomía, teoría y política monetaria y economía internacional, que han tenido eco en libros y revistas especializadas.

En plena tormenta internacional se marchó al FMI, donde fue designado en su actual cargo el 25 de marzo de 2009, y aquí tiene el cometido de ser el altavoz de las previsiones del organismo internacional, sean buenas o agoreras para nuestro país. De hecho, en 2010 demandó mayores ajustes para rebajar el listón del déficit en España y en 2012, cuando la crisis ensogaba a los hogares españoles, lanzaba un torpedo a la línea de flotación de las familias en forma de advertencia: «Vivir más es bueno, pero conlleva un riesgo financiero importante».

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