La austeridad siempre gana
No cambies aquello que funciona. Ese parece ser el lema que une a los partidos alemanes con posibilidad de entrar en el próximo gobierno federal
--644x362.jpg)
Pase lo que pase en las elecciones generales de Alemania del próximo domingo , en la llamada locomotora de Europa cunde una opinión compartida por la mayoría del arco parlamentario así como por los analistas políticos: durante la próxima legislatura -la 18a-, la política económica europea de Berlín será muy similar a la del Gobierno saliente encabezado por la canciller democristiana Angela Merkel (CDU) sea cual sea el color de la nueva coalición que salga de las urnas.
Según las últimas encuestas, la CDU y su variante bávara -los socialcristianos de la CSU- obtendrían un 41% de los votos, seguidos por los socialdemócratas del SPD (27%), los ecoliberales de Los Verdes (10%), La Izquierda (8%) y los liberales del FDP (5%). La caída libre de los liberales hace que peligre la tan deseada por Merkel reedición de la actual coalición (CDU/CSU-FDP), por lo que se abren las puertas a la llamada Gran Coalición entre democristianos y socialdemócratas , un formato que gusta bastante a los alemanes. El SPD ha dicho que no hará una coalición con la CDU y Merkel como canciller, pero es probablemente para no perder votos. Una coalición aritméticamente posible es la SPD-Verdes-Izquierda, pero tanto ecoliberales como socialdemócratas han rechazado gobernar con los ex-comunistas y socialdemócratas desencantados de La Izquierda.
La prueba del algodón fueron los rescates a Grecia y otros países del sur de Europa en problemas, financiados por los contribuyentes alemanes: todos los partidos políticos con representación parlamentaria, a excepción de La Izquierda, votaron en el Bundestag a favor de los paquetes de créditos destinados a los Estados en dificultades financieras. Y por tanto, también votaron a favor de la consecuente austeridad en el gasto público impulsada por el Gobierno de Merkel en el Viejo Continente . Los partidos opositores (SPD y Los Verdes) lo hicieron con matices, pero lo hicieron. En ese sentido, se puede decir que la consolidación fiscal es un denominador común de los conservadores de la CDU/CSU, los liberales, los socialdemócratas y Los Verdes. Y esos cuatro partidos serán casi con total probabilidad los encargados de formar el nuevo Gobierno.
«Incluso con una gran coalición, es poco probable que Alemania se aparte de su actual énfasis en favor de la austeridad. Cualquier cambio será como mucho superficial , de manera que Alemania seguirá impulsando la misma política con un envoltorio ligeramente diferente. Esa postura está motivada por la propia experiencia alemana con sus reformas estructurales, así como por el amplio apoyo social del que disfruta la austeridad entre el público germano». Ésta es una de las conclusiones a las que llega el centro de estudio político londinense Open Europe en su recientemente publicado informe «¿Por qué es improbable que las elecciones alemanas cambien la política de la Eurozona ?».
En ese sentido, los principales puntos de la política europea de Merkel durante la legislatura que está a punto de acabar serán los que marquen la posición alemana respecto a la Unión Europea (UE) y, especialmente, respecto a la Eurozona durante los próximos cuatro años: consolidación fiscal a cambio de nuevos tramos de créditos para Grecia, Portugal u otros países que lo necesiten; pacto europeo en favor de la competitividad; oposición a la emisión de deuda pública compartida (los llamados como «eurobonos»); separación de la política monetaria y las funciones supervisoras del Banco Central Europeo (BCE); escepticismo frente a una unión bancaria europea y también frente a un fondo común que garantice los depósitos bancarios en toda la Eurozona.
Dentro de esas grandes líneas maestras de la política europea impulsada por Berlín, los partidos que están algo escorados a la izquierda -SPD y ecoliberales- apuestan por una política de consolidación fiscal matizada: el SPD apuesta, por ejemplo, por austeridad acompañada de medidas de gasto público que sirvan para combatir el desempleo juvenil en los países más castigados , como España, Italia, Portugal o Grecia. Mientras, Los Verdes apuestan por invertir en un cambio de modelo económico basado en energías renovables y el abandono de la energía nuclear .
«Selecto grupo» de la Eurozona
En cuanto al euroesceptismo, la posible entrada en el Parlamento del joven partido Alternativa para Alemania (AfD, en sus siglas en alemán) tendría unas consecuencias imprevisibles para la política europea de Berlín. No en vano, la mayoría de alemanes (un 55%) quiere permanecer en el euro, pero también que la Eurozona se convierta en «un selecto grupo» de países con características similares a las de Alemania. Es decir, más de la mitad de los ciudadanos alemanes apuesta por la construcción del popularmente conocido como «euro del Norte» . Esta última opción es precisamente defendida por la (de momento) marginal formación AfD.
No cambies aquello que funciona. Ése parece ser el lema que une a los partidos alemanes con posibilidad de entrar en el próximo Gobierno federal. No en vano, con los indicadores macroeconómicos en la mano, se puede decir que a Alemania le va relativamente bien: su tasa de desempleo está situada en poco más del 5%, su economía creció un 0,7% en el segundo trimestre respecto al anterior y sus cuentas públicas cerraron el primer semestre con un superávit del 0,6% respecto al conjunto del PIB gracias a un aumento de los ingresos fiscales y una reducción de los gastos.
Teniendo en cuenta que Alemania venía de una profunda crisis estructural a principios del presente siglo, cuando incluso fue bautizada como el «enfermo de Europa» , las actuales cifras macroeconómicas le permiten al actual Gobierno germano sacar pecho frente a sus socios comunitarios. Si bien es cierto que esos indicadores no siempre suponen una mejora de vida de todos los ciudadanos de un país, en un contexto de crisis global como el actual, son esas cifras macroeconómicas las que utilizan los Gobiernos para conseguir la confianza de mercados e inversores. Por ello, y pese a la cada vez mayor precariedad del mercado laboral alemán y del también creciente desigual reparto de la riqueza: conservadores, liberales, socialdemócratas y verdes comparten los principales argumentos de la actual política europea de Merkel .
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete