El accidente de Spanair la arrastró a la quiebra
Investigadores de universidades españolas cifran en un 20% la reducción de pasajeros tras el accidente

Investigadores del grupo de investigación Applied Economics and Management de la Universidad de Sevilla (US) y de la Universidad de Castilla La Mancha han elaborado un estudio que cifra en un 20 por ciento la reducción del volumen total de pasajeros de la compañía Spanair tras el accidente registrado en 2008 en el que fallecieron 154 personas en la T-4 de Barajas y del que ahora se cumple el quinto aniversario.
Según informa la US en un comunicado, el trabajo, que ha sido publicado por la revista de referencia internacional ' Journal of Air Transport Management ', concluye que los efectos del mayor accidente de aviación en España de los últimos 25 años afectaron de manera directa a la toma de decisión de los pasajeros potenciales y contribuyeron de forma decisiva a la quiebra posterior de la aerolínea .
«Evidencia empírica clara»
En este sentido, el investigador principal del estudio y doctor de la US, José Ignacio Castillo, ha destacado que «hay evidencia empírica clara de que tras el accidente se dio un efecto 'Rainman' de larga duración, por el que los pasajeros tienden a penalizar, no volando en ellas, a las aerolíneas que tengan accidentes, si consideran que en el accidente pudo haber habido algún tipo de negligencia por la misma».
Además, el investigador ha añadido que «demostrar empíricamente la existencia de este efecto es el principal seguro de vida que tienen los pasajeros para que todas las aerolíneas, incluidas las de bajo coste, tengan grandes incentivos a realizar un correcto mantenimiento de los aviones y, en resumen, a tomar todas las medidas que garanticen la seguridad de los pasajeros».
Tras el siniestro del vuelo JK 5022, según los datos obtenidos, también hubo una tendencia a utilizar otros medios de transporte alternativos, como el AVE o el coche, lo que disminuyó el tráfico del aeropuerto de Madrid- Barajas en un 6 por ciento en el mes siguiente al accidente . No obstante, el estudio constata que esta tendencia, similar a la registrada tras los atentados del 11-S, tuvo una duración limitada en el tiempo y a los pocos meses los pasajeros volvieron al aeropuerto.
Por su parte, en lo que respecta al tráfico aéreo en el aeropuerto de Las Palmas, destino al que se dirigía este vuelo, después del fatal accidente no hubo ningún efecto neto destacable, lo que los investigadores achacan a su carácter insular lejos de la península, que impide que existan alternativas competitivas al transporte aéreo. Aunque sí hubo una caída permanente del 29 por ciento en el número de pasajeros operados por Spanair en este aeropuerto, es decir, se acentuó el efecto 'Rainman' contra esta aerolínea frente a la media nacional de un 20 por ciento de caída.
Para llevar a cabo la investigación se han empleado seis modelos econométricos avanzados que incluyen un exhaustivo elenco de variables necesarias en el análisis para tener en cuenta, entre otros, el efecto Pascua, el efecto diferenciado de los días laborables, el 11-S, la construcción de la Terminal T4 en Barajas, el efecto del ciclo económico, entre otros muchas. Por otro lado se ha investigado a fondo si el accidente tiene en la compañía un efecto drástico que se mantiene de forma permanente en el tiempo o si por el contrario es un impacto importante que va diluyendo, recuperando la normalidad al cabo de algunos meses.
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