Retén forestal: jugarse la vida por amor a la naturaleza
Perciben unos mil euros mensuales aunque pueden llegar a cobrar hasta un 50 % más por las primas

Los montes o terrenos forestales ocupan en España unos 26 millones de hectáreas, cerca del 51,4% de la superficie total del país , de los cuales aproximadamente 14 millones están cubiertas de arbolado. La sequía y a las altas temperaturas estivales convierten gran parte de este terreno en altamente inflamable durante los meses de verano. Solo el año pasado ardieron en nuestro país 209.855 hectáreas —más del doble que en 2011 y el 82,93% más que en la media del decenio— en 15.902 incendios, de los cuales el 95% fueron provocados.
Por ello, y pese a que el trabajo de prevención contra incendios se realiza durante todo el año, a partir de marzo se inicia la contratación de decenas de trabajadores de retenes para realizar labores de apoyo, y que estarán encargados de realizar las operaciones necesarias para prevenir y extinguir incendios forestales, así como socorrer y evacuar a los posibles accidentados.
Fuentes del sector indican que el trabajo de contención de incendios está tendiendo a la profesionalización . «En los años sesenta la mayoría eran voluntarios, pero ahora esto se ha invertido», indican, «gracias a la creación de la figura del fijo discontinuo», es decir, personal que está en nómina de marzo a octubre pero que vuelve a contratarse al año siguiente si sigue cumpliendo las condiciones físicas y psíquicas para combatir el fuego—, la mayor parte de estos trabajadores repite de año en año, por lo tanto, están profundamente formados en la labor de extinción. Además, se está desestacionalizando, ya que un porcentaje cada vez mayor está en nómina durante prácticamente todo el año.
Más incendios
«Actualmente el número de incendios y su intensidad son cada vez mayores por causas socioeconómicas », explica Ricardo Vélez, ingeniero y ex jefe del área de defensa contra incendios forestales del extinto Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), en su manual de formación, uno de los textos básicos de la profesión en nuestro país pese a los años transcurridos desde su redacción.
Deben estar preparados y bien formados«La probabilidad de que un fuego produzca grandes daños y afecte a toda una comarca es también mayor. Por ello no basta con movilizar las personas que estén cerca del incendio : es imprescindible que esas personas estén preparadas físicamente; es necesario que sepan analizar el comportamiento del fuego para organizar la estrategia de lucha, y es también imprescindible que conozcan los cada vez más complicados medios mecánicos, aéreos y electrónicos que podrán emplear para hacer más efectivo su esfuerzo», añade.
A cambio de un trabajo que incluye jugarse la vida — basta recordar los once fallecidos en Guadalajara en 2005 o el capataz Juan Carlos Rodríguez Matabuena, que fue atropellado por un bulldozer durante la extinción de un incendio en Ávila en 2009—, los miembros de un retén cobran en torno a mil euros brutos mensuales, aunque perciben primas que pueden suponer un aumento salarial de hasta el 50%. No obstante, estas cifras son orientativas, ya que cada administracion tiene un rango salarial diferenciado, además de su propia organización laboral.
Antes de ponerse ante las llamas deberán prepararse un temario y superar una serie de pruebas , que varían dependiendo de la comunidad autónoma. Sin embargo, éstas suelen constar de una prueba física (por ejemplo, correr 2400 metros en menos de 11 minutos 45 segundos), un examen de conocimientos teóricos, una prueba específica (que podría consistir en la realización de una linea de defensa de un incendio forestal) y un reconocimiento médico.
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