Un empate que permite soñar a la Roma

Acariciaba la Juventus su cuarto «scudetto» consecutivo. Con nueve puntos de ventaja en la tabla, veía como la Roma se quedaba con diez y Tévez marcaba el 0-1 en la misma jugada. Quedaba menos de media hora de juego en el Olímpico y la grada incluso temió por una goleada ante la indolencia de los suyos. Tan ganado lo debió ver, que el equipo de Allegri desapareció entonces del terreno de juego y Keita rescató un punto para los suyos de cabeza. Un empate que permite soñar a la Roma, aunque el título sigue estando casi imposible. A nueve puntos con trece jornadas por jugar.

Sumó así la Roma su sexto empate consecutivo. Seis resultados que le han alejado casi definitivamente del título, a pesar del heroico empate ante la Juventus. El equipo de Rudi Garcia se había postulado como alternativa al aplastante dominio juventino en los primeros meses de temporada, pero su llama se ha ido apagando poco a poco hasta casi desaparecer. Si no ha desparecido del todo es más demérito de su rival que mérito propio.

El choque fue de esos en los que la Juventus parece estar cómoda. Consciente de la trascendencia del choque, Allegri recuperó la defensa de tres centrales que tantos réditos había dado a su antencesor (Antonio Conte). Una manera de jugar muy propia del equipo de Turín, al que le gusta ganar por agotamiento más que con grandes aspavientos. Hasta el tramo final, la Roma no puso en apuro alguno a Buffon. Tampoco es que la Juventus hiciera grandes cosas en ataque, pero anuló por completo a su rival. Fue inclinando el campo hacia el área contraria jugada a jugada como solo sabe hacerlo la «Vecchia Signora».

Sin Pirlo, ausente por lesión, se trataba de formar un bloque y confiar en la velocidad de Tévez y el buen momento de Morata. El ariete español no tuvo su mejor noche, pero es justo aclarar que tampoco recibió demasiados balones. Enfrente, ni Totti ni Gervinho ni Ljajic enlazaban dos pases seguidos, mientras Buffon paseaba tranquilamente por su área.

Mediada la segunda mitad, todo pareció quedar listo para sentencia: el partido y el título. Expulsión de Torosidis y golazo de Tévez de falta directa. Si hay un equipo al que se le supone saber manejar estas situaciones es la Juventus. Pero no fue así y la Roma fue creciendo poco a poco para sorpresa de su propia afición. A Buffon se le acumulaba el trabajo. Keita, de cabeza y con la ayuda de Marchisio, anotaba el empate. El gol de la esperanza ante el que tampoco reaccionaron los blanquinegros. Un empate que alimenta el sueño de la remontada para la Roma. Un sueño que sigue quedando muy lejos. Tan lejos como decida la Juventus.