Fórmula 1
Alonso y Dennis, del rencor al abrazo
Hace siete años se dijeron de todo, ahora se reencuentran para devolver juntos la gloria a McLaren
![Alonso y Dennis, del rencor al abrazo](https://s2.abcstatics.com/Media/201412/12/_W2Q5050_xoptimizadax--644x362.jpg)
Fue, sin duda alguna, una de las imágenes más impactantes de la presentación de Fernando Alonso como nuevo piloto de McLaren. El abrazo del piloto asturiano con Ron Dennis, su nuevo jefe, inundó las redes sociales de comentarios. Inevitable recordar cómo terminó su relación en el tan cacareado 2007, cuando ambos decidieron separar sus caminos, tras solo un año de relación tumultuosa.
[Fotogalería: el primer día de Alonso en McLaren]
Ayer, en Woking, sede de McLaren, todo eran buenas palabras entre ambos. «Sentíamos que no habíamos terminado lo que empezamos. Teníamos un asunto pendiente», explicaba Dennis, olvidando su tensa relación con el español, que comenzó en el verano de 2007 y que tuvo su punto álgido en el circuito de Hungaroring, con Hamilton desobedeciendo al equipo, Alonso sancionado por perder tiempo en el pit lane para perjudicar a su compañero y el estallido de los e-mails comprometedores sobre el espionaje de McLaren a Ferrari. Ese día Dennis se posicionó del lado de Hamilton, y fue el resporte que acabó con la paciencia de Alonso. Desde aquella carrera en Hungría, la relación entre ambos fue nula. Solo se hablaban por la Prensa, y únicamente para echarse cosas en cara. «Alonso no habla mucho con nadie. Es un piloto muy solitario», decía Dennis. «Vale más callar que mentir como Ron Dennis», respondía Alonso... Y así hasta final de año, en una escalada cada vez mayor de descalificaciones.
«Nunca me sentí como en casa»
El día del divorcio oficial, Dennis aseguró que se había llegado a un punto en el que ninguno podía dar un paso adelante junto al otro: «Por alguna razón, la combinación no ha funcionado».
Alonso iba más allá: «Nunca me he sentido como en casa en McLaren». El asturiano se refería a los malos modos de algunos miembros ingleses del equipo, que se posicionaron claramente a favor de Hamilton y no dudaron en alegrarse públicamente de sus problemas en la pista o de sus averías. Hasta ese punto llegó la guerra deportiva.
Hoy, todo aquel rencor parece olvidado. Al menos eso parece demostrar un abrazo tan significativo como el que se dieron ayer. El tiempo dirá si siete años han bastado para que Alonso y Dennis hayan olvidado todos sus desencuentros, y si ambos son capaces de devolver a McLaren la gloria perdida en estos dos últimos años.
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