Liga Endesa
El Real Madrid se salva en la prórroga
Los blancos se quedan a un triunfo de la final tras una victoria apurada en Valencia en la que remontaron diez puntos al final

El Real Madrid se acerca a la final gracias a su fe y a una canasta de Sergio Llull en la prórroga que rompió las ilusiones de un Valencia que soló por momentos con el triunfo. Los naranjas fueron mejores e incluso llegaron a anotar una canasta ganadora -fuera de tiempo- que les podía haber dado el triunfo antes de la prórroga, pero los blancos aprovecharon su profundidad de banquillo para llevarse la victoria y quedarse a un paso de la final.
La obsesión de Pablo Laso tras la derrota del pasado domingo no pasaba tanto por volver a ganar como por recuperar la sensación de equipo aguerrrido. Los 31 puntos encajados por los blancos en el primer cuarto de ese encuentro aún escocían en la previa del choque que ayer les llevó hasta La Fuente de San Luis, donde el equipo salió mucho más concentrado a la pista.
Fue Felipe Reyes el que encarnó esa intensidad, autor de doce de los primeros quince puntos del equipo, incluidos dos triples que parecían borrar la mala racha del Madrid desde el perímetro en estos playoffs. El acierto blanco en la distancia fue notable en un primer cuarto de claro color visitante, en el que el capitán y Rudy Fernández llevaron el peso ofensivo (15-26, min. 9). Sólo tres triples fallados en ocho intentos obligaron a Carles Durán a variar su defensa. Los cambios le dieron fruto y la reacción no se hizo esperar.
Guillem-Vives, uno de los posibles recambios de Scariolo para la selección, se reivindicó con buenos minutos, apoyado en Pablo Aguilar, otro de los que llama a las puertas de la selección. Juntos fabricaron un parcial de 10-0 que estrechó el marcador y elevó los decibelios en la grada.
Extrañamente atascado, el Madrid empezó a abusar del tiro exterior sin criterio y lo que había sido un acierto en el primer cuarto empezó a convertirse en la misma condena que le llevó a la derrota el pasado domingo. Sin ideas y bien defendido por el Valencia, el líder solo encontraba el recurso del lanzamiento lejano, con el paupérrimo resultado de un triple en once lanzamientos (6 de 19 al descanso) que allanó el camino a la remontada naranja con Dubljevic y Van Rossom (¡qué mate ante la oposición de Mejri!) ejerciendo de verdugos.
La herida no fue más grande por la fortaleza blanca en el rebote ofensivo, lo que permitió muchas segundas opciones que dejaron el marcador casi igualado tras el segundo cuarto (40-39).
Prórroga con polémica
Los sudores fríos de Laso reaparecieron después del descanso. La defensa blanca volvió a conceder canastas sencillas y los de Durán se fueron hasta los 30 puntos en el cuarto (70-64) a pesar del tesón de Nocioni, el único junto a Ayón que mantenía a los blancos en el partido.
La entrada en escena de Slaughter mejoró al Madrid atrás, aunque para entonces el Valencia mandaba con autoridad (79-69, min. 35) gracias a un gran Guillem-Vives. Tocaba remontada heroica y el Real Madrid llegó a igualar el marcador (88-88) gracias a la seguridad de Felipe Reyes. Quedaba una posesión, y aunque Harangody anotó sobre la bocina, los árbitros anularon la canasta y el choque se fue a la prórroga. Ahí, una canasta de Sergio Llull en el último suspiro, desempató el choque que iba destinado a otra prórroga y deja al Real Madrid a un solo triunfo de la final.
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