polideportivo
Llamada al juego limpio
La Agencia Antidopaje lanza el programa «Vive sin trampas» para concienciar a los escolares de practicar deporte sin fraude

Con iniciativas como el programa «Vive sin trampas» , la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) se desliga de su versión popular y conocida. Es la policía del deporte español, el sistema antidopaje, el régimen para atrapar tramposos. Pero también es una organización que propugna la p revención y prepara los mecanismos para anticiparse al riesgo . Su última propuesta tiene que ver con la tendencia al fraude en algunos sectores del deporte español. «Vive sin trampas» es un plan orientado a la cuna, los colegios y sus estudiantes adolescentes y a un objetivo complejo: convencerlos de que la cultura del esfuerzo en el deporte promueve una sociedad más justa y apreciada que el atajo y la estafa.
El jugador del Athletic Ander Herrera dio una lección pública el otro día en el Coliseum. Le preguntaron en Cuatro por un piscinazo en el área del Getafe y se salió del carril de las excusas. « Es cierto, me he tirado . Luego nos pasamos la vida criticando a los árbitros y hacemos cosas como ésta. Intentaré no volver a repetirlo».
Lo normal no es esto, sino lo contrario. La mano de Maradona no fue la de un trafullero, sino la de Dios. El fútbol bendice por costumbre a sus listillos, pero ejemplos hay en este deporte, uno de los que más tolera los timos de la picaresca, como para pensar que no todos son como el malencarado astro argentino. El delantero Robbie Fowler se lanzó a la desesperada a por el árbitro de un Arsenal-Liverpool en 1997, pero no para recriminarlo, sino para pedir clemencia con el enemigo. No había sido penalti su cruce de piernas con Seaman. A pesar de su insistencia, el colegiado no se desdijo.
Sí se retractó el árbitro de un Nápoles-Lazio disputado el año pasado. Klose deshizo el entuerto provocado por un barullo en el área que acabó en gol del equipo romano. El delantero alemán explicó al linier que había empujado el balón con la mano en la típica jugada imposible de ver para un árbitro. Después de las voces, de la histeria colectiva y de la agresividad que emanan de este tipo de protestas, los jugadores del Nápoles felicitaron públicamente a Klose. En efecto, fue mano, y no hizo falta tecnología para descifrarlo. Bastó con la honradez del jugador.
Hace un año, un atleta vitoriano de 25 años, Iván Fernández Anaya , también se negó a ganar por el error de un adversario. El keniano Abel Mutai era el seguro triunfador del cross de Burlada, pero se equivocó de pancarta y se paró a cincuenta metros de la meta. Fernández Anaya lo alcanzó varios segundos después, pero no lo rebasó. No lo hubiera hecho nunca sin el fallo del rival. En vez de apretar, le indicó cuál era el camino hacia la victoria . Acabó segundo.
El programa «Vive sin trampas» ampara este tipo de gestos. Seleccionado por la UNESCO en la convocatoria del fondo para la eliminación del dopaje en el deporte, está dirigido a estudiantes de enseñanza secundaria (de 1º a 4º de la ESO) y se llevará a cabo en doce centros de seis ciudades españoles ( 2.400 estudiantes ). Arrancará en enero con sesiones informativas impartidas por expertos en el deporte como complemento a la actividad docente de los alumnos. Los profesores de Educación Física recibirán formación para que participen en el programa y colaboren en que salgan nuevos Klose, Fowler, Herrera o Fernández.
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