Roca Rey, «qué bueno que viniste»
El fenómeno peruano corta tres orejas y sale a hombros en la Feria de Julio de Valencia

Crónica
Quieran o no quieran sus enemigos, la Tauromaquia forma parte importante de la historia de casi todas las ciudades españolas; de Valencia, por supuesto. Eso se refleja, entre otras muchas cosas, en los carteles de toros que anuncian el espectáculo. En este terreno, Valencia sí está a la cabeza, por los grandes pintores (Ruano Llopis, Roberto Domingo, Juan Reus, Ramón Gaya) y por la Litografía Ortega, donde, durante décadas, se imprimieron carteles para toda España. Por la mañana, visito una preciosa exposición, «Toros en la pared», con una selección de los carteles que posee la Diputación. En ella, veo también originales de grandes artistas actuales : Eduardo Arroyo, Miquel Barceló, Manuel Valdés, Javier Mariscal... Es muy justo que esto se exponga en el Museo de la Ilustración: la Tauromaquia actual es hija del pensamiento ilustrado, que codifica lo que hasta entonces eran juegos populares...
De los carteles históricos paso al cartel actual, mixto. En la exposición he visto uno de Ruano Llopis, con don Antonio Cañero , en su jaca «Bordó», saltando sobre el toro. Lo que no he visto es que un rejoneador mate dos toros, igual que los toreros de a pie: por buenos que sean sus integrantes, este tipo de cartel no me gusta.
Como otras veces, Hermoso de Mendoza ha perdido el triunfo por el rejón de muerte. Manzanares ha dejado detalles. Andrés Roca Rey se ha librado por pelos de un serio percance y ha entusiasmado al público. Los toros del Pilar –como tantos actuales– han sido nobles pero flojos.
Pablo Hermoso de Mendoza, maestro indiscutible , demostró en San Fermín que sigue en plena forma. Lidia con maestría al primero, que mansea; lo encela con «Disparate», que pega «muletazos». A la segunda, lo tira patas arriba: petición. Una labor de mérito, por las dificultades del toro. En el bravo cuarto , entusiasma galopando a dos pistas y arriesgando con «Beluga», logra un gran par a dos manos con «Pirata» pero falla al matar.
El éxito de San Isidro ha devuelto a Manzanares al puesto que merece. Dibuja buenas verónicas en el segundo, que humilla pero flaquea, se derrumba en el quite y vuelve a caerse en el tercer muletazo. La flojera del toro desluce los estéticos derechazos que le arranca. Con toros tan flojos no hay arte que valga. Mata con facilidad. En el quinto, mide bien el castigo Chocolate . José María logra muletazos con empaque pero el toro vuelve rápido: hay momentos brillantes pero no una faena compacta. No logra la estocada y el toro tarda mucho en caer.
Andrés Roca Rey supone la indiscutible sensación de la temporada . Tiene valor sereno, cabeza fría y gran capacidad. En Fallas, ya arrasó. En el tercero, que renquea de salida, capotea con decisión y gallea por chicuelinas. Muletea templado, muy firme; logra naturales lentos, clásicos . Los alardes finales de valor impávido ponen al público de pie. Al matar, es prendido dramáticamente por la chaquetilla, en el pecho; a la segunda, logra la estocada: oreja. El último mansea de salida, intenta saltar; cumple en la primera vara, no en la segunda, cuando ya sabe lo que le espera; pone en apuros a los banderilleros. A pesar de todo, lo brinda al público: sin dudarle, se mete en su terreno y el público lo agradece. Roca Rey aguanta parones, le saca naturales mejores de lo que cabía esperar; le busca las vueltas, cuando el toro se raja a tablas. No es raro que el público se le entregue. Gran estocada. Durante la faena, ha sonado una voz: «¡Qué bueno que viniste!»
Andrés Roca continúa tan firme como su apellido. Está en ese momento dulce en que parece no tener límites, salvo el posible percance, porque arriesga continuamente (a veces, rozando la temeridad). Le saca faena a todos los toros y el público está con él: es el nuevo fenómeno.
Directo
Sexto toro
Último toro de la tarde/noche. Se llama Burreñito, está herrado con el número 140 y pesa 538 kilos. El toro mansea, sale incierto y es protestado. Roca Rey brinda al público. Se la juega y se mete entre los pitones entre la locura de los tendidos. Gran estocada. Aviso. Dos orejas.
Quinto toro
Sale el quinto, Niñito, número 51, de 540 kilos. Turno de José María Manzanares con un toro que vuelve rápido. Faena discontinua, con momentos brillantes y otros de apuro. Media estocada. Dos avisos. Saludos.
Cuarto toro
Sale el cuarto toro, Olvidado, número 37, de 535 kilos, muy bravo. Muy brillante Pablo Hermoso en todo, salvo el rejón final. Cuatro pinchazos, rejón y dos descabellos. Saludos. Ovación al toro de Capea.
Merienda
Momento de la merienda-cena. La gente aprovecha para degustar productos de la tierra y refrescarse.
Tercer toro
Sale el terero, Liebrote, número 99, de 512 kilos. Roca Rey lo torea con clasicismo y temple al principio y al final le hace de todo, con alardes de enorme valor. Le prende al entrar a matar por la chaquetilla, a la altura del corazón, agarrado al pitón. Momentos de máxima angustia, por suerte sin consecuencias. Pinchazo y estocada. Oreja.
Segundo toro
Sale el segundo de la tarde, Resistillo, de El Pilar, de 595 kilos, herrado con el número 60. Es noble y humilla, pero resulta muy flojo. Manzanares da bonitas verónicas, pero el toro se derrumba. También hay muletazos sueltos de belleza, pero las caídas del toro deslucen todo. Media estocada. Palmas
Primer toro
Sale el primer toro, de la ganadería de Carmen Lorenzo, Polillero, de 533 kilos. Masena mucho el toro y Pablo Hermoso lo encela muy bien, sobre todo con Disparate, en una meritoria faena. Pinchazo y rejón. Petición y saludos. Merecía la oreja.
Paseíllo
Con casi lleno, hacen el paseíllo Hermoso de Mendoza; Manzanares, de rioja y oro; Roca Rey, de azul marino y oro. Se guarda un minuto de silencio.
Sorteo
Esta mañana se enchiqueraron los toros. Para rejones saltarán al ruedo dos murubes de Capea (primero y cuarto); para la lidia a pie se han sorteado cuatro ejemplares del Pilar.
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos al segundo festejo de la Feria de Julio de Valencia. Se anuncia una corrida mixta: abre plaza el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y torean a pie José María Manzanares, triunfador de San Isidro, y Andrés Roca Rey, arrollador en todas las plazas que pisa.
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