Crónica de un desastre anunciado
Los toros del Vellosino, que sustituían a los anunciados de Jandilla, aburren y encrespan al público

Crónica
Con la miel en los labios acudimos a la Plaza, saboreando todavía la emoción intensa de una gran faena. Para lograrla, se juntaron un gran toro, «Malagueño», de Alcurrucén, y un gran torero, David Mora, felizmente recuperado. Al llegar a Las Ventas, con uno de los carteles más esperados, se enteran muchos de que no se lidia la anunciada corrida de Jandilla . ¿Figuras y toros rechazados? El desastre se anuncia; más aún, cuando la sustituye una del Vellosino –unos Domecqs más, de Salamanca–, ganadería que suele flaquear y no quedó bien en la pasada Feria de Otoño . El ambiente inicial se enrarece, con pancartas y gritos, desde el paseíllo. Es una corrida en escalera, con 120 kilos del sexto toro al primero. Pero lo malo es el comportamiento: toros flojos, sosos, que impiden cualquier emoción, aburren y encrespan al público. Brindan los tres espadas a Don Juan Carlos, al que acompañan la Infanta Elena y Enrique Ponce .
La primera corrida de Alcurrucén no fue buena pero El Juli pasó como una sombra de sí mismo, sin su garra habitual. Con estas reses, no cabe tomarse el desquite. El primero va y viene, sin transmitir nada. Embiste claudicante, a punto de la caída, que también se produce. ¿Qué hace un matador como El Juli con «esto»? Matarlo, con su habitual salto, y falla con el descabello. El cuarto, alto, grandote, huye a chiqueros y, al tercer muletazo, se pega una costalada: «Como la tarde», apostilla un vecino. Aunque el toro está en riesgo constante de caída, El Juli, voluntarioso, impone su técnica, logra algunos naturales de mano baja. Mata a la segunda, con el habitual y feo salto. Saluda, en medio de una gran división, que ha acompañado toda la faena.
Tampoco tuvo suerte Perera con los fuenteymbros. Menos ha tenido hoy. En el segundo, saluda Curro Javier, con los palos. El diestro está muy correcto con un toro bondadoso, apagado, que acaba rajado por completo. Lo mata en chiqueros, saliendo perseguido. En el quinto, se luce Ambel, en banderillas. Comienza Perera muy firme y plantado... pero es el toro el que flaquea y se apaga. El arrimón final no convence, con este toro. («Un burro», sentencia mi vecino). Prolonga la faena y mata caído, entrando de muy lejos (dos vicios de la actual tauromaquia). ¿Qué hace un diestro tan poderoso como Perera con un toro así? Lo que ha hecho: muy poco.
Primera comparecencia de López Simón , la gran revelación del pasado año. Esta temporada, ha mantenido su estoicismo impávido. El público está mucho más comprensivo con él: es el menos «rico» de los tres; además, se lo ha ganado con su entrega, en esta Plaza. Recibe con aceptables verónicas al tercero, que se mantiene con alfileres. Se mete en el sitio donde casi todos los toros embisten y logra algunos muletazos ligados, que suscitan la primera ovación unánime de la tarde. Aguanta cuando el toro se para y mata a la segunda. Devuelto el sexto por flojo (sus hermanos le hubieran podido acompañar), el sobrero de Domingo Hernández va largo pero flaquea, en el caballo; es pronto, saca casta pero es incierto y pegajoso. López Simón le aguanta, sin enmendarse; liga muletazos con cierta emoción (la primera y única vez de la tarde que hemos podido emplear esta palabra) pero surgen los enganchones: no ha logrado imponerse a las desiguales embestidas.
Desde Gabriel García Márquez , todos recurrimos alguna vez a su famoso título. Esta tarde está muy claro: ha sido la «crónica de un desastre anunciado». También podríamos recordar a Marcel Proust: «A la búsqueda de la emoción perdida». En el terreno coloquial, lo que mis vecinos –gente educada– han dicho de estos toros no es apto para reproducirlo... Sí me preguntan muchos: «¿No se dan cuenta los profesionales de que así no se va a ninguna parte? ¿No hay solución?» Yo asiento y sonrío. Por no llorar.
Postdata. Con toros tan flojos, una tarde más, la suerte de varas se ha reducido a un mero trámite. Por desgracia, son muchos los ganaderos que reconocen criar sus toros para la muleta. Para el concepto clásico de la Tauromaquia, es un lamentable error. Lo explica en un reciente libro José María Moreno Bermejo. Esta suerte ahorma las embestidas, prueba el poder y la bravura de los toros; bien realizada, es muy hermosa: ¡qué pocas veces lo vemos! Así nos va.
Directo
Sexto bis
Ya está el sobrero en la arena. Se llama Matamoscas, herrado con el número 70 y pesa 591 kilos. López Simón brinda al público y cala en los tendidos con su quietud y en el terreno en el que se baila un chotis, con el ligazón. Por el izquierdo no termina de hallar el ritmo. todo va a menos. Estocada. Palmas de despedida.
Sexto toro
Sale el último de la tarde, Vinagrito. Flojea y asoma el pañuelo verde. Va a salir un sobrero de Domingo Hernández.
Quinto toro
Sale el quinto, Cantinero, colorado chorreado en verdugo. Perera está muy firme y se pega un arrimón pero aquello no transmite. Pinchazo y estocada baja. Silencio.
Cuarto toro
Sale el cuarto, Barbudo, negro, de 628 kilos. No hace concebir grandes esperanzas este vellosino, pero va a más en las manos de El Juli. El vellosino pierde las manos en la primera tanda, pero El Juli logra sostenerlo en una faena in crescendo, en la que el madrileño saca su maestría y aprovecha en su totalidad a este Barbudo. Series por al derecha vibrantes. A izquierdas traza algún natural muy bueno, largo y asentado, de mano baja. Pinchazo y espadazo.
Tercer toro
Aparece en el ruedo el tercero, Molino, número 28, castaño, de 535 kilos. Tres verónicas con una buena media desatan las primeras palmas. El Juli quita a la verónica, con una torera media. López Simón brinda a Don Juan Carlos: «Majestad, con toda mi admiración y mi respeto a su figura y a lo que ha significado en España. ¡Va por usted!» López Simón conecta con el público en una ajustada y templada serie diestra, con ligazón. Cambia a la zurda, y el remate por bajo es lo mejor. Otra vez la quietud y la verticalidad como bandera sobre la mano de escribir. Faena en un palmo de terreno, con mucha emoción con el toro de mayor transmisión. En el broche se lleva un arreón, falta limpieza y en las manoletinas el toro pierde pie, por lo que el cierre resulta deslucido. Pinchazo y estocada tendida y dos descabellos. Aviso. Ovación.
Segundo toro
Sale el segundo, Tinajero, número 128, negro, de 600 kilos pero de justa cara. Curro Javier deja un buen par de banderillas a este toro. Miguel Ángel Perera brinda a Don Juan Carlos: «Majestad, va por usted, por la Casa Real y por España». Este toro mansea pero mete la cara y el extremeño dibuja algún muletzo templado, pero Tinajero tiene excesiva tendencia a la huida y el ambiente sigue agrio. Estocada desprendida. Silencio.
Primer toro
Sale el primer toro, Sevillano, colorado, de 517 kilos, número 162. El Juli, en medio de un ambiente enrarecido, lo torea con suavidad en el capote. No se le ve sobrado de fuerzas a este toro, pero sí apunta calidad. El Juli brinda a Don Juan Carlos: "Majestad, con el cariño de siempre, gracias por su afición". Ligazón y temple en una esperanzadora primera serie diestra, con un buen pase de pecho. A izquierdas flaquea el noble Sevillano. Intercala ambos pitones y, con técnica y sapiencia le saca muletazos sueltos de buen tono. Pinchazo hondo y dos descabellos. Silencio.
Paseíllo
Con llenazo, hacen el paseíllo El Juli, de corinto y oro, Miguel Ángel Perera, de celeste y oro, y López Simón, de verde y oro. Se oyen algunas palmas de tango. Una pancarta reza: "Hartos de tanta manipulación. Transparencia en corrales".
Ambiente
Tremendo el ambientazo en la Monumental y alrededores. A la plaza acaban de llegar Don Juan Carlos y la Infanta Elena, acompañados por Enrique Ponce.
Sorteo
Lío en los corrales. La corrida de Jandilla no ha sido aprobada y, después de traer varios toros, se decidió finalmente sustituirla por una del Ventorrillo, cuyo peso medio es de 587 kilos. Los sobreros son de Domingo Hernández en una tarde en la que se respira ya cierta crispación por el baile de toros en cartel de figuras.
Terna
Cartel de máxima expectación esta tarde en Las Ventas, que lucirá un lleno a reventar. Se anuncian en su segunda tarde El Juli y Miguel Ángel Perera. Completa la terna Alberto López Simón, en la primera de sus tres citas en Madrid [entrevista con el triunfador de 2015)
Previa
Seis toros de Vellosino , hierro de procedencia Domecq, sustituyen esta tarde a la corrida de Jandilla , rechazada en el reconocimiento previo no sin pocos líos de corrales. Julián López «El Juli», Miguel Ángel Perera y López Simón, con su primera presencia en el ciclo, harán el paseíllo. El encierro tiene un peso medio de 587 kilos.
Este es el orden de lidia :
1. Sevillano, número 162, colorado, de 517 kilos.
2. Tinajero, número 129, negro, de 600 kilos.
3. Molino, número 28, castaño, de 535 kilos.
4. Barbudo, número 117, negro, de 628 kilos.
5. Cantinero, número 19, colorado chorreado en verdugo, de 604 kilos.
6. Vinagrito, número 8, negro chorreado en morcillo, de 637 kilos.
Los sobreros son de Domingo Hernández (Matmoscas y Golpeado).
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete