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Amigos de la Ópera pide a Mortier que «respete» al público del Teatro Real

La asociación madrileña se muestra molesta por las declaraciones realizadas por el director artístico en las que recrimina la reacción de los espectadores ante las representaciones del «Don Giovanni» de Tcherniakov

Amigos de la Ópera pide a Mortier que «respete» al público del Teatro Real jaime garcía

susana gaviña

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Es lo que ha sucedido con la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid, que este año cumple medio siglo desde su fundación, y que parece haber alcanzado el límite de su paciencia respecto al trato verbal que el público que asiste a las temporada operística del Teatro Real, muchos de ellos miembros de dicha asociación, sobre todo aquel que no muestra su complacencia con la programación del actual director artístico, Gerard Mortier.

La gota que ha colmado el vaso tiene que ver con las últimas declaraciones realizadas por Gerard Mortier a la agencia Efe con motivo del estreno en Madrid de la producción de Tcherniakov de «Don Giovanni», ampliamente rechazado -con abucheos y pateos- por el público y la crítica. En ellas, afirmó, entre otras cosas, que «una parte» de los espectadores del teatro «piensan que están en poder de la verdad y siempre quieren ver en escena la misma idea». Y también indica que «la gente que abuchea no sabe nada. Si no hubiera coincidido que a Hanecke le daban un Oscar cuando se estrenó 'Cosí fan tutte' -el 23 de febrero- seguro que también lo hubieran hecho con él porque había quien tenía ganas pero tenía miedo de hacer el ridículo».

En respuesta a estas declaraciones, la asociación ha remitido una carta de queja a Gerard Mortier, que incluimos aquí, dejando constancia de su malestar.

Libertad de expresión

«La libertad de expresión es uno de los valores más apreciados en las sociedades que se consideran civilizadas. Por ello, las manifestaciones del Sr. Mortier a la Agencia EFE, recogidas en diversos medios de comunicación nacionales (dando por supuesto que han sido fielmente transmitidas), deben ser acogidas con el respeto que aquélla requiere. En mérito a este planteamiento, es seguro que también serán igualmente acogidas por el Sr. Mortier y quienes compartan sus puntos de vista opiniones sobre tales manifestaciones aunque resulten discrepantes de éstas .

No es posible desconocer que la gestión del actual Director Artístico del Teatro Real viene siendo objeto de comentarios, especialmente entre el público asistente al Teatro, cuya abundancia y características son bien sabidos, aunque determinados sectores parezcan ignorarlos cuando no negarlos . No es nuestro propósito en este momento airear ni participar en un debate complejo, que podría generar problemas que no deseamos. Mas las citadas declaraciones del Sr. Mortier, único tema al que en estas líneas nos ceñimos, requieren alguna respuesta, so pena de que el silencio pudiera ser interpretado como aquiescencia a las mismas.

Y ello es así porque el respeto que el Sr. Mortier y su obra en el Real merecen (coincídase o no con los trazos generales de su actuación) requieren, o por mejor decir exigen, un no menor respeto a las opiniones del público, sean o no del agrado del Director Artístico. Defienda éste su concepción de la ópera, de determinados autores, cantantes, etc.; pero respete también al público que asiste al Real, sin duda mucho más aficionado a la ópera que a las características del trabajo de nuestro conciudadano de la Unión Europea. No son buenos ejemplos del respeto que exigimos las apreciaciones sobre la “propiedad de los mitos”, “lo que sabe la gente que abuchea”, el “miedo de hacer el ridículo” (¿será que genéticamente los españoles concurrentes al Real no somos capaces de valorar el último “Cosi…” y si lo hacemos es porque, periféricos ignorantes, tememos al ridículo?), como tampoco lo son las de parecido tenor efectuadas en otras ocasiones por el propio Sr. Mortier (así, cuando en la versión digital del diario ABC del 29 de noviembre de 2012, refiriéndose a la representación de “Macbeth” , afirma que “esta es una producción creada para un público inteligente”).

«Mortier debería admitir que el público tiene criterio propio»Nuestro respetado Director Artístico debiera admitir, al menos como hipótesis de trabajo, que los que asistimos al Real tenemos criterio propio, aunque seamos geográficamente periféricos, y no nos conducen seis espectadores.

Lo que inequívocamente deseamos es que Mr. Gerard Mortier respete las opiniones discrepantes y no profiera innecesarias y gratuitas ofensas a quienes, amantes de la ópera no menos que él, no coincidan con sus puntos de vista».

El escrito concluye desmarcándose de los abucheos y pateos, del os que «no somos partidarios». «Pero -añade- tampoco lo somos de vernos constantemente descalificados por nuestros gustos, preferencias u opiniones –hasta ahora dadas siempre silenciosamente- sobre la programación del Real, por cuya existencia tantos y durante tanto tiempo hemos pugnado».

Amigos de la Ópera pide a Mortier que «respete» al público del Teatro Real

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