La gala reivindicativa de Calixto Bieito
El director de teatro rindió un homenaje a la música y a los compositores en la VII Premios líricos del Teatro Campoamor de Oviedo

Calixto Bieito se ocupó el pasado sábado de la dirección de la gala de los VII Premios Líricos Teatro Campoamor 2012 , que reconocen a las mejores voces y producciones de ópera y zarzuela en la temporada anterior en toda la geografía nacional, elegidos por la crítica especializada. El director catalán convirtió la velada en una celebración y en una reivindicación de la música. Una ceremonia en la que no hubo otro tipo de reclamaciones y los parlamentos fueron breves y sabiamente elegidos por Bieito para ser recitados por los presentadores, la actriz y modelo Rossy de Palma y el contratenor Xavier Sabata.
Ambos hicieron suyas frases de compositores que a lo largo de la historia compartieron su pensamiento sobre los que significaba para ellos la música: desde Falla (“La música no es solo el arte más joven, si no tal vez el único cuyo ejercicio, si ha de ser eficaz, exige una completa juventud de espíritu”.) a Stockhausen (“Los átomos, los animales, y las estrellas hacen música.”), pasando por Britten y Stravinsky. Sentencias en las que no faltó ironía hacia la obra de otros colegas: “Uno no puede juzgar Lohengrin habiéndola oído solo una vez, y yo, la verdad, no tengo la menor intención de volver escucharla.". (Rossini).
Con el escenario ocupado por un gran andamio , donde se situó la orquesta y el coro, elementos esenciales a la hora de hacer música, abrió la gala un doble homenaje a Wagner , con la obertura de “Tannhauser”, y Verdi , con un fragmento del I acto de “Un ballo in maschera”, compositores de los que se celebra este año el bicentenario de su nacimiento .
Tras dejar estas premisas claras, que la noche estaba dedicada a los compositores, De Palma y Xabata, que subieron los premios al escenario en un carrito de supermercado, acompañaron con un humor, a veces un tanto grotesco, la entrega de cada premio. Fue el tenor tinerfeño Celso Albelo el primero en recibir el suyo, mejor cantante masculino, tras interpretar el aria “Favorita del Re!... Spirto Gentil" de La Favorita de Donizetti, y al que premiaron con los primeros bravos de la noche. Albelo, que acaba de protagonizar “Marina” en el Teatro de la Zarzuela, es el primer cantante en lograr dos galardones, en distintas categorías, en este certamen.
A continuación fue Paolo Pinamonti, director del Teatro de la Zarzuela, quien recogió el galardón a mejor producción española por “El gato montés”, (encargada por su antecesor, Luis Olmo). Aunque no subió al escenario, en la sala se encontraba el responsable de la dirección de escena, José Carlos Plaza.
Ángel Odena, mejor cantante de ópera española o zarzuela; José Ferreró, cantante revelación ; Àlex Ollé y Valentina Carrasco, premio a la mejor dirección de escena por “El gran macabro” de Ligeti que se pudo ver en Liceo fueron otros de los galardonados.
Momentos emotivos
Tres fueron los momentos más emotivos de la noche: la entrega del premio a toda una carrera, para el director de orquesta y musicólogo, especializado en la recuperación de la obra de Rossini, Alberto Zedda , quien a sus 85 años, sigue muestrando una vitalidad y un entusiamo inagotables. De lo que dejó constancia dirigiendo un fragmento de “El barbero de Sevilla”. El director italiano fue el único al que se brindó un micrófono para hablar, algo que apenas puedo hacer debido a los aplausos del público que llenaba el Teatro Campoamor de Oviedo. “No quiero decir nada más de lo que puedo expresar con mi música”.
Las intervenciones musicales del contratenor Xavier Sabata, con una voz extraordinaria que está haciendo más carrera fuera de España que en nuestro país, fueron otro de los puntos álgidos de la noche, gracias a sus interpretaciones de Haendel.
Sondra Radvanovsky , mejor cantante femenina de ópera, terminó de caldear el ambiente con el aria “Pace, pace, mio Dio…” de La Forza del Destino de Verdi. Ante la abrumadora reacción del público, la soprano canadiense pidió, muy emocionada, que pararan y fue la única en romper el protocolo para mostrar su agradecimiento.
Bieito guardó para el final dos guiños muy personales . Por una parte, la interpretación de “Sweet Lady!” de “Pepita Jiménez” de Albéniz, ópera que presentó el pasado otoño en Argentina y que llegará en mayo a los Teatros del Canal, y una frase firmada por Stravinsky que le toca de lleno: “La música además de escucharla hay que verla”. La foto de familia y el tradicional confeti concluyeron una ceremonia breve (una hora y cuarto), dinámica, inteligente y con un gran nivel musical.
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