Friedrich Cerha, el creador libre

Friedrich Cerha es el invitado de honor, durante dos semanas, de la Orquesta y Coro Nacionales de España . El compositor, director de orquesta y profesor vienés protagoniza la presente edición de «Carta blanca», donde mostrará una visión amplia, «las obras que se programan no son simplemente una suma sino que pretenden tener coherencia», explicó ayer Cerha, que se lamentó de la ausencia de sus obras vocales, «porque no están libres los cantantes necesarios».
«Un maestro en toda la extensión de la palabra y un creador libre». Así lo definió Benet Casablancas , responsable de la coordinación de esta «Carta blanca». «Defensor de unas profundas convicciones como ser humano -desertó dos veces del ejército alemán-, como creador ha sabido recorrer su propio sendero en una época, la segunda mitad del siglo XX, donde había tanto sectarismo. Cerha es el ejemplo de un creador que transita hacia lo que honestamente cree que tiene que hacer, haciéndolo al máximo nivel y calidad humana», añadió el compositor español.
Bajo la Segunda Escuela de Viena
Cerha (Viena, 1926), que tuvo que refugiarse en las montañas tirolesas tras desertar del ejército, «porque no tenía papeles», apuntó su esposa, presente ayer durante el encuentro con el compositor en el Auditorio Nacional, reconoció la dificultad de mantener esa «firmeza» para emprender un camino «sin influencias» de otros compositores y «sin sacrificar la libertad de creación».
Eso no impidió que se sintiera muy próximo a los compositores de la Segunda Escuela de Viena, estudiando incluso con uno de los alumnos de Schoenberg, Josef Polnauer. «Schoenberg fue importante para mi desarrollo musical. Adapté tres obras suyas y con eso empezó mi carrera como director de orquesta que inicialmente no figuraba en mis planes», confesó. También se cierne sobre él la sombra de Alban Berg, al escribir y concluir el III acto de la ópera «Lulú», estrenada mundialmente en París en 1979.
Con un extenso catálogo de obras -entre ellas destaca su ópera «Baal» (1981), estrenada en el Festival de Salzburgo; «El cazador de ratas» (1987), y «El gigante de Steinfeld», presentada en la Ópera de Viena en 2002-, Cerha reconoció que la inspiración le viene «por la mañana, antes de estar completamente despierto, pero no estoy dormido», bromeó. En ese preciso instante han surgido partituras como «Bruchstück, geträumt», creada para el prestigioso Klangforum de Viena, formación de la que fue presidente entre 1994 y 1999.
Todavía en activo, el compositor vienés, que realiza en la actualidad un encargo para el Festival de Donaueschingen (Alemania), asegura no inspirarse en los acontecimientos que le rodean en un mundo «que está lleno de tormentas». «Los compositores son de dos tipos: los que hacen una discreta referencia a estas situaciones y los que las ignoran. Yo soy del segundo», confesó Cerha, que, sin embargo, rompió esta regla en una ocasión. «Solo me involucré una vez durante la Guerra Fría porque ví que el conflicto de los grandes poderes podía aniquilarnos».
Entre los reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera, destacan la Medalla de Honor de las Ciencias y las Artes de Austria, la Orden de Oficial de las Artes y las Letras de Francia, el León de Oro de la Bienal de Venecia por la obra de toda una vida y el Premio de Música Ernst von Siemens, entre otros.
Música, literatura y cine
En cuanto a las citas programadas en el marco de esta «Carta blanca», dentro de la música de cámara se pueden escuchar, entre otras partituras, su «Cuarteto número 3», interpretado ayer; el «Quinteto para trombón y cuarteto de cuerda», previsto para el próximo 9 de abril; o el «Trío Drei zu null», que sonará en la Residencia de Estudiantes, en una jornada, la del día 10, que se completará con la lectura de textos del propio Cerha y de Thomas Bernhard, «que permitirá mostrar el universo humanístico del compositor», indicó Benet Casablancas.
Un retrato que se completará con la proyección del documental «Friedrich Cerha - So Möchte ich auch fliegen können», en la Filmoteca España, este jueves.
En el apartado sinfónico, la ONE abordará, además de obras de Cerha, de compositores que alguna manera han influido en su obra como Webern, o Varèse, de quien fue siempre un férreo defensor, así como una de sus partituras más sobresalientes, el «Concierto para percusión», con Juanjo Guillem como solista.
El día 11 de abril, la Residencia de Estudiantes acogerá un encuentro con el compositor, moderado por Benet Casablancas, y en la que participarán Susana Zapke, David Rodríguez Cerdá, Arturo Tamayo y Álvaro Guibert.
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