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ABC Cultural

«Los últimos días»: las claves del rodaje

Los expertos en efectos visuales cuentan a ABC cómo transformaron Barcelona en una ciudad apocalíptica

«Los últimos días»: las claves del rodaje ABC

DAVID MARTOS

El cine español que ha llegado a la cartelera en los últimos meses se ha visto azotado por la crisis y la falta de presupuesto −como todos los sectores-, y su contenido ha seguido provocando, no es nada nuevo, opiniones contrapuestas entre los críticos. Sin embargo, los largometrajes que todavía se ruedan en España están generando un cierto consenso en torno a su factura: se trata de un cine que comienza a ser visualmente irreprochable .

Por acotar temporalmente esta tendencia, desde el pasado septiembre hemos podido ver en los cines películas de catástrofes como «Lo imposible» , de trasfondo bélico como «Invasor» , de animación como «Tadeo Jones» ... o comedias como «Los amantes pasajeros» , todas ellas con una postproducción compleja a la hora de recrear ambientes y escenarios. Y todas ellas con una ejecución visual de alto nivel: repetimos, más allá de las críticas sobre su contenido.

Barcelona apocalíptica

El pasado miércoles se estrenó otro ejemplo de ese cine «que es posible» en España. «Los últimos días», de los hermanos Àlex y David Pastor , parte de la arriesgada idea de una Barcelona apocalíptica, asolada por una enfermedad muy parecida a la agorafobia, en la que Quim Gutiérrez y José Coronado intentan sobrevivir. Los habitantes se refugian en las alcantarillas y abandonan las calles, que comienzan a ser reinvadidas por las plantas y los animales. Meses antes del rodaje, l a empresa Twin Pines se embarcó en el proyecto con el encargo de imaginar cómo sería el aspecto de ese paisaje desolado.

«Nosotros comenzamos a trabajar con el teaser que se hizo para buscar financiación», relata a ABC J uanma Nogales, supervisor de efectos de la compañía , «y en ese teaser surgió el plano del Arco del Triunfo. Era una Barcelona abandonada, con cortinas de humo, con un reno paseando entre los coches. Ahí empezamos a buscar el look que iba a tener la peli. No solo era un reto visual , también de producción».

Referencias de Chernobyl

Nogales recuerda que un plano de la calle Balmes «que se rodó con grúa y en el que se veían muchísimos coches, incluso un autobús volcado», dependió del número de vehículos que pudo conseguir el departamento de producción y de cuántas calles se pudieron cortar al tráfico . Manuel Ramírez, de OddMood , otra empresa dedicada a convertir los planos de la ciudad real en el apocalipsis, nos cuenta cómo trabaja para esa transformación: «Lo principal es coger referencias de cómo se va desgastando una ciudad con los años sin que medie la mano del hombre. Se tomaron referencias de Chernobyl , de cómo la naturaleza va invadiendo el asfalto, de dónde se van acumulando hojas secas que generan mantillo y nueva vegetación. Nos apoyamos en películas como “Soy leyenda” o en documentales». También se cambiaron cielos soleados por panoramas nublados y lluviosos, y se generaron columnas de humo donde no existían.

En Telson , la empresa responsable de los efectos visuales en películas como «Invasor» o «Lo imposible», están particularmente orgullosos de algunos planos de la cinta en los que la cámara realiza «movimientos imposibles» . Por ejemplo, uno en el que seguimos la trayectoria de la lluvia, que se cuela por una alcantarilla para acabar mojando a un hombre que se encuentra en el subsuelo. «Para un profano resulta evidente que se trata de un plano imposible», asegura Isidro Jiménez, supervisor de efectos . «Hay una apertura entre los barrotes de tres o cuatro centímetros, así que lo que hicimos fue rodar el plano hasta la alcantarilla, proyectamos el plano rodado sobre una pieza 3D y continuamos el movimiento digitalmente hacia abajo, hacia el personaje». Otro de esos planos imposibles es el que viaja desde el cine en el que se encuentra el personaje de Quim Gutiérrez hasta el otro lado de la calle... para mostrarnos a alguien que no podemos desvelar.

Calidad de nuestros efectos especiales

Lo que tienen claro todos los profesionales que han trabajado en la película es que la calidad de nuestro trabajo en efectos visuales es altísima. «La capacidad técnica que tenemos en España es exactamente igual a la que se tiene en todo el mundo, los problemas pueden ser de presupuesto», reconoce Isidro Jiménez, de Telson; para Manuel Rámirez, de OddMood, nuestro principal déficit es el tiempo , porque «para una película como ésta habríamos necesitado ocho meses de trabajo» y apenas se dispuso de tres.

Desde Twin Pines, que se encargó de la secuencia de la batalla campal en un supermercado , Juanma Nogales recuerda que una cinta así «necesita bastantes colaboradores freelance que van llenando etapas de la postproducción, que iluminan el 3D, que hacen figuraciones físicas... ¡y por la Ley del Audiovisual de este país la mayoría de los freelance buenos están emigrando ! El problema que tenemos es, una vez más, la crisis».

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