arqueología
La gran Chactún dormía en la selva
Descubren en una Reserva de la Biosfera de Calakmul (México) una ciudad maya de hace 14 siglos

Chactún («Piedra Roja» o «Piedra Grande») es el nombre con que han bautizado los científicos a una antigua ciudad maya descubierta hace dos semanas en el estado mexicano de Campeche, según informaba ayer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Un grupo internacional de arqueólogos, encabezado por Ivan Sprajc, localizó entre la maleza, en plena Reserva de la Biosfera de Calakmul, este recinto que, por su gran extensión, pudo ser un centro rector hace 1.400 años. Las veintidós hectáreas con que cuenta la ciudad y la cantidad de monumentos que alberga hacen pensar a los especialistas que la urbe fue la capital de una vasta región entre los años 600 y 900.
«Es uno de los sitios más grandes de las Tierras Bajas Centrales, comparable por su extensión y la magnitud de sus edificios a Becán, Nadzcaan y El Palmar», subrayó Šprajc. Chactún formaría parte de un área superior a los 3.000 kilómetros cuadrados entre las regiones de Río Bec y Chenes, que hasta la fecha permanecía «en blanco total» dentro del mapa arqueológico maya.
«Con las fotografías aéreas hallamos muchos rasgos que evidentemente eran vestigios arquitectónicos. A partir de ahí tomamos las coordenadas, y el siguiente paso fue localizar los antiguos callejones utilizados por chicleros y madereros para poder llegar a la zona», explicó el especialista esloveno.
Distribución
Chactún presenta tres complejos monumentales con numerosas estructuras de tipo piramidal y palaciego, incluyendo dos canchas de juego de pelota , patios, plazas, estelas esculpidas y áreas habitacionales. De acuerdo con el INAH, el más impresionante de estos edificios es una pirámide de 23 metros de altura, aunque son las diecinueve estelas y altares, algunos de los cuales aún conservan restos de estuco, los que mejor reflejan el esplendor de la ciudad durante el Clásico Tardío.
De estas estelas, la marcada con el número 1 es la que da nombre a la ciudad, pues en ella se menciona que el gobernante K’inich B’ahlam «clavó la Piedra Roja (o Piedra Grande)» en el año 751, según la interpretación preliminar realizada por el epigrafista del proyecto, Octavio Esparza. Varias de estas piezas habrían sido reutilizadas en épocas posteriores.
«Estas personas tal vez desconocían el significado de los monumentos, pues algunas de las estelas fueron encontradas de cabeza; sin embargo, sabían que eran importantes y les rendían culto, pues se encontraron ofrendas de cerámica al frente de algunas de ellas», precisó Esparza.
Otro ejemplo del aprovechamiento de estos vestigios es la Estela 18, que se encontró como esquinero en la cancha del juego de pelota del Complejo Sureste. «Esa reutilización de los monumentos es otro de los aspectos interesantes de este lugar. En otros sitios que hemos documentado no se ha encontrado este tipo de evidencia», mencionó Sprajc. Otra singularidad de Chactún es que, pese a su proximidad con el complejo de Río Bec, su estilo arquitectónico estaría más vinculado al del Petén campechano, acotó el INAH.
Investigación pionera
Para Sprajc, lo más importante del hallazgo es que abre una puerta a futuras investigaciones para esclarecer la relación entre las regiones de Río Bec y Chenes, así como el vínculo de la primera con la dinastía Kaan, considerando que Chactún se encuentra en una zona geográfica de tránsito.
La exploración del recinto arqueológico está financiada por la National Geographic Society y las empresas austriaca Villas y la eslovena Ars Longa. La milenaria metrópoli es uno de los cerca de ochenta sitios que han sido detectados desde 1996 por el Proyecto de Reconocimiento Arqueológico en el Sureste de Campeche. La localización de estos lugares se sustenta principalmente en el reconocimiento del terreno mediante fotografía aérea a gran escala.
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