Tres años de Mas
Se acaban de cumplir tres años desde que Artur Mas llegó a la presidencia de la Generalitat catalana. En este periodo de tiempo el Gobierno catalán ha incrementado su deuda más que en los dos tripartitos anteriores juntos; el paro ha subido en Cataluña a un nivel histórico; se han cerrado más empresas que nunca antes y la tasa de desigualdad y pobreza ha escalado nuevos máximos. Pero hemos caído en su trampa: todos estamos muy distraídos y entretenidos con su campaña del «derecho a decidir» en lugar de valorar su gestión, que no es precisamente buena y posiblemente una de las peores de las últimas décadas. En este tercer aniversario de su presidencia, quiero felicitar a Artur Mas. Quizá no es el mejor gobernante pero, sin duda, como fabricante de cortinas de humo no tiene precio.
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