Siete maneras diferentes de preguntar (o no hacerlo) lo mismo al exMolt Honorable

pablo alcalá

26/09/2014
Actualizado a las 20:29h.

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«Difícil, incómoda y triste». La diputada de Esquerra Republicana de Catalunya comenzó su intervención con un evidente descargo propio. Dedicó sus dos primeros minutos a disculparse con Jordi Pujol por tener que hacerle preguntas, «por responsabilidad, porque se las está haciendo la ciudadanía, sin acusar a nadie», aclaró. Después, tras nuevas disculpas, pasó a cuestionar a Jordi Pujol: ¿por qué no regularizó este dinero desde 1980?; ¿por qué su familia ingresó hace poco 3 millones de euros en la Banca Andorrana?, y ¿por qué se decidió a confesarlo en este momento?, dijo casi lamentando la irrupción del caso en medio de la amenaza de secesión impulsada por su partido .

Tampoco ahorró elogios a la figura de Pujol el portavoz de los socialistas, que aspiró a que la comparecencia del expresidente catalán sirviese de «reparación y expiación». «Usted no es un acusado ni nosotros somos sus jueces», dejó claro Iceta, antes de hacer extensivo un asunto «privado» a la «autoestima colectiva» de los catalanes, que dijo «dañada». Iceta, que calificó a Pujol de «máxima figura institucional y referente ético», acusó al expresidente de extender la «sombra de sospecha tóxica e insoportable que ha estropeado en gran medida la credibilidad de la política catalana». Iceta que quiso saber «el volumen total de lo defraudado por usted y su familia» y solicitó a Pujol «los documentos que acrediten la procedencia de todos los ingresos que escaparon a la Hacienda pública». Usted «ha dañado la autoestima colectiva», acusó Iceta, que entre sus preguntas apuntó a los hijos de Pujol: «¿Puede asegurar que ninguna persona de su entorno ha utilizado su nombre para hacer negocios ilícitos al amparo de la Generalitat?», preguntó el socialista

La dureza, el ataque a la credibilidad del expresidente y un largo recuerdo a los cargos que la Justicia imputa a varios hijos del compareciente, vino de mano de la portavoz del PP, que aseguró que la carta con la que Pujol confesaba la existencia de fondos sin declarar en el extranjero. «No ha sido positivo para la política catalana, que desprende un aire corrupción generalizada e institucionalizada». «Ha mentido a todos los catalanes», aseguró Sánchez Camacho. «No sé si usted es un político corrupto, eso lo dirán los tribunales. Lo que sé es que usted carece hoy de credibilidad para decir si lo es o no». La diputada del PP, que fue interrumpida en varias ocasiones, continuó cuestionando la credibilidad del expresidente asegurando que Pujol había mentido hasta a su propia familia., en referencia a la sorpresa manifestada por su hermana al conocer la presunta herencia que dio origen a la cuenta andorrana de Pujol «En su comparecencia no ha aclarado nada de su confesión del 25 de julio», dijo la diputada, que preguntó además: «¿En qué paraísos fiscales tiene dinero?», «¿El 3 por ciento del Margall, es en realidad el 4% de Millet o el 5% del señor Carod Rovira?», dijo antes de preguntar si el dinero oculto al fisco procedía en realidad de porcentajes cobrados por obra pública «El nacionalismo que usted ha impulsado, ha sido un negocio. Su famosa transición nacional empieza en el Palau de la Música». «No sé si usted ha sido corrupto, pero lo que sí sé que habrá mentido durante años a todos los catalanes», concluyó.

«Se descuidó usted un segundo que ha durado 30 años», ironizó el líder de ICV, que mantuvo un tono cordial pero contundente en sus cuestiones. «Cuente la verdad, ni una carta insuficiente, ni el relato familiar que acaba de contar», reprochó Herrera, que continuó su intervención cuestionando absuolutamente todo lo dicho por Pujol. «¿Nos puede hacer llegar el testamento, entregarnos la cantidad real de su patrimonio en el extranjero?». «Actuó cuando le llegó que desde su entorno se estaban haciendo operaciones ilícitas?», dijo refiriéndose a los asuntos de su hijos. «Quizá no ha sido un político corrupto, pero sí un mal padre», ironizó. «Le agradezco su confesión, porque nos ha puesto el país ante el espejo», concluyó

«Pediremos una comisión de investigación seria, porque no estamos ante el caso Pujol; estamos ante el caso Convergencia», dijo el lider de Ciudadanos, que pasó casi de inmediato a ñas preguntas: «Tiene algo que ver la caja B de caja Catalana con la fortuna que le dejó su padre»; «¿Tenía información privilegiada como siempre de que la Policía estaba investigando?». Rivera, que en algunos momentos exasperó a Pujol -que hasta entonces había escuchado con cierta calma las demás intervenciones-, continuó vinculando los pactos del CiU y el Gobierno central a una presunta impunidad. «¿Cuál es el importe del dinero de su familia, y en qué país lo tiene?» , preguntó el potavoz de C,s. .

«Alguien pide Hacienda propia para Cataluña; usted ya lo ha hecho, dijo Rivera antes de preguntarle si, además de la multa fiscal, tenía pensado devolver lo defraudado».

En su habitual tono rudo y en ocasiones irrespetuoso, el diputado de las CUP,s hizo la intervención menos relacionada con la intervención de Jordi Pujol o con el caso, para repartir culpas y expandir sospechas por toda la geografía y estamentos de España: «La oligarquía catalana siempre ha sido española», dijo para hacer un paralelismo con casos, en su opinión, similares. «Cataluña era un estercolero con olor a perfume», dijo el diputado antisistema. que se limitó a dos preguntas: «¿Sus hijos han sido corruptos?», preguntó finalmente antes de seguir dibujando un caótico, apocalíptico y disperso retraso de la corrupción.

El ataque inicial de CiU no fue para Pujol, sinó para las anteriores intervenciones. «Una comparecencia debe servir para saber más no para manchar más», dijo el diputado del partido de Pujol, que aseguró que no podía dejar pasar esta apreciación, toda vez que «algunos diputados han hablado desde la bilis. Nosotros no hablamos desde el estómago, sino desde el dolor». Dicho esto, Turull fue el único diputado que dio validez a la intervención del expresidente, «ya sabemos más del qué, el porqué y el cómo» , aunque dejando claro su rechazo al hecho de que alguien «tenga dinero fuera, sea quien sea». Duró apenas un segundo la reprimenda al compareciente, hecho lo cual, pasó a ejercer de abogado defensor del mismo, en contra de PP y C.s.

Turull se deshizo en elogios a Jordi Pujol, que aderezaba con algún «aunque». La contundencia con que se refirió a la interverción de Rivera y Sanchez Camacho, hizo que ambos diputados le tuvieran que recordar que el compareciente era Pujol, y no ellos.

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