Salvador Dalí busca su sitio en Barcelona

A vueltas con el nomenclátor y con es relación un tanto ambivalente que las instituciones catalanes han mantenido con la figura de Salvador Dalí, el genio surrealista de cuya muerte se cumplen este jueves 25 años, sigue pugnando por hacer un hueco en la capital catalana.

A día de hoy, es relativamente fácil seguir el rastro del pintor ampurdanés en Cadaqués y Figueres, epicentro artístico en el que, además de muchas de sus obras, también se pueden encontrar plazas y estatuas conmemorativas, e incluso en Madrid, ciudad que cuenta con una plaza Salvador Dalí diseñada por el propio artista, pero su presencia en la capital catalana es, aún hoy, una asignatura pendiente. Ni calle, ni plaza ni tampoco obras representativas de un artista que, pese a sus lazos con el Empordà, cosechó sus primeros éxitos como artista con sus exposiciones en las galerías Dalmau y Parés de la ciudad Condal.

Esta ausencia, sin embargo, va camino de corregirse después de que el Ayuntamiento de Barcelona haya manifestado su intención de incluir el nombre de Dalí en el callejero barcelonés. De hecho, según señalan fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona, la medida no solo está sobre la mesa, sino que ya se ha aprobado. Solo falta, añaden, encontrar un lugar adecuado. "¿Se podría poder mañana el nombre de Dalí a unos jardines? Seguramente sí, pero quizá no serían los que mejor se ajustasen a la dimensión del personaje", explican desde el Ayuntamiento.

Es por eso que, explican las fuentes consultadas, se trata de un proceso lento que también afecta a otras figuras relevantes como Juan Pablo II, otro de los nombres que permanece en "lista de espera". La lentitud del proceso, añaden, tiene que ver con que "la ciudad está muy acabada", aunque desde formaciones como el PP se lamentaba esta semana de que se haya dedicado a una plaza a Vicenç Albert Ballester, creador de la estelada, mientras el genio ampurdanés sigue esperando turno.