barcelona
Rebelión en el hospital de Bellvitge para evitar el cierre de camas
Trece pacientes se niegan a ser trasladados contra el parón veraniego de algunas plantas, previsto por la dirección a pesar de tener colapsadas las urgencias

Rebelados contra los recortes en la sanidad catalana y el colapso de los servicios durante el verano. Trece pacientes del hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), están protestando contra el cierre de plantas que sufre el centro para ahorrar costes y se niegan a ser trasladados de habitación como señal de protesta.
Los pacientes indignados quieren así impedir el bloqueo temporal de estancias del hospital, una práctica que los centros catalanes llevan a cabo en verano alegando que baja la actividad sanitaria y defendiendo que se mantiene la calidad del servicio. A la práctica y como ha ocurrido ya otros años, las urgencias de Bellvitge, y de otros hospitales catalanes, llevan semanas de colapsos en las urgencias y las imágenes de camas en fila en los pasillos pasillos a la espera de una habitación se repiten.
Los pacientes "atrincherados" en sus habitaciones protestan precisamente por esta situación intentando frenar el cierre de camas y obligando a mantener las plantas en las que están abiertas con la esperanza de que sus habitaciones vecinas acojan a los pacientes que están esperando plaza en pasillos. Ante esta situación, la dirección del hospital está manteniendo abiertos los servicios que quieren cerrar.
Los manifestantes son siete ingresados en la planta de neurología, otros cinco en la de cirugía cardíaca y un joven que está en la de traumatología, según explican fuentes sindicales del hospital. Antes que ellos, y en el último mes, ha habido otros pacientes, que ya han sido dados de alta, que se rebelaron de la misma manera.
Algunos de ellos denuncian coaaciones y presiones para abandonar la planta -un hecho que la dirección del hospital desmiente-, al tiempo que alegan que el cambio de ubicación a una planta no especializada en su patología puede llevarles una peor atención médica.
«Aguantaré por el caos»
El de Dani Sierra, el joven ingresado en traumatología está siendo uno de los más mediáticos. Con 18 años, lleva dos semanas ingresado tras haber sufrido un accidente de moto. "Aguantaré en mi postura precisamente por el caos que se vive en urgencias, no hay derecho a que la gente tenga que esperar días para conseguir una cama cuando en esta planta todas están vacías", explica.
Mientras los pacientes rebelados siguen con su lucha, al lado de camas y habitaciones vacías, en Urgencias el descontrol de pacientes sigue. "A primera hora de la mañana en Urgencias había 22 enfermos pendientes de ingreso en una planta, todos ellos con más de 24 horas de espera y uno en concreto pendiente de cama desde el 18 de julio", explica el portavoz de la CGT en la junta de personal, Manel de los Riscos.
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