toledo
«Azulejo», de Fernández-Santos, se presenta en la Biblioteca del Alcázar
La presentación de este libro y el encuentro con su autor, un toledano que regresa, va a ser un acontecimiento cultural importante para nuestra ciudad. Quedan invitados al mismo
Las sorpresas de la vida son infinitas. Una es encontrarse un sábado de junio una reseña, en El País , de un libro de Francisco Fernández-Santos, del que uno sabía vagamente que era de un pueblo de Toledo y hermano del crítico (y guionista) de cine Ángel, ya fallecido; y la siguiente es comprobar que conoces a un primo suyo, Gonzalo, asiduo visitante de la Biblioteca donde trabajas. Él te facilita su número de teléfono, en Paris y así, en cuestión de segundos, queda fijada la presentación de su libro -este libro- en la última planta del Alcázar toledano para el este lunes, 29 de octubre .
Ese mismo Alcázar que el joven «Azulejo» visita con su madre un caluroso día de junio de 1939, recién acabada «la contienda incivil», como rememora el autor en una de las últimas páginas del libro.
Un relato éste, Azulejo , que cubre la infancia y adolescencia de Francisco Fernández-Santos, desde su nacimiento en 1928, en Los Cerralbos, en las estribaciones de la toledana sierra de san Vicente y que concluye el 6 de agosto de 1945 (sólo 17 años después) cuando un bombardero de los Estados Unidos arroja una bomba atómica sobre Hiroshima y provoca de este modo la rendición de Japón y, consecuentemente, el final de la II Guerra Mundial (aunque no del régimen franquista).
El libro es un atípico recorrido por los recuerdos, por aquellos recuerdos que la memoria selectiva ha guardado en sus resbaladizos laberintos. Una gavilla de imágenes de infancia, adolescencia y juventud, con el horizonte de la guerra civil, la educación, los juegos, las costumbres, los sueños, las lecturas, la naturaleza, la vida en el pueblo y en el campo, la familia, y un amplio etcétera.
Pero es mucho más que un simple relato; es la reconstrucción de otra identidad (la del niño, el adolescente, el joven) a cargo de alguien que es y no es «Azulejo». Que lo fue, pero que ya no lo es porque el tiempo y el espacio se han estirado tanto que aquella identidad ahora se ha desvanecido.
Por eso Fernández-Santos empieza el libro con un diálogo imaginario entre el escritor adulto y «Azulejo», lleno de chispa, de inteligencia, de sabiduría. El resto es mejor descubrirlo por uno mismo.
Francisco Fernández-Santos estudió Derecho en Madrid; en su primera etapa en España dirigió la difícilmente clasificable revista Índice , entre 1957-59 ( si wikipedia no se equivoca) ; a comienzos de los 60 se exilió a Paris donde entró en contacto con escritores (Max Aub, Juan Goytisolo, etc.) y círculos antifranquistas. Enseguida conoce al editor libertario José Martínez y colabora estrechamente con él en la nueva revista Cuadernos de Ruedo Ibérico. También trabajó para la organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura UNESCO y dirigió la edición en español de El Correo de la UNESCO.
Como ensayista ha publicado diversos títulos El hombre y su historia (1961) Historia y filosofía: ensayos de dialéctica (1966) Cuba: Una Revolución en Marcha , (en Ruedo Ibérico, 1977.) y Un Dios con prótesis: la ultratecnología contra el hombre (2011).
También ha publicado dos libros de relatos: La cara del ángel (1999) y Talita (2011) ambos en esta misma editorial que ahora le acoge, la madrileña Huerga y Fierro.
Creo que la presentación de este libro en la Biblioteca de Castilla-La Mancha (el lunes 29) y el encuentro con su autor, un toledano que regresa, va a ser un acontecimiento cultural importante para nuestra ciudad . Quedan invitados al mismo.
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