Jennifer López, apoteosis kitsch en Madrid
Un espectáculo divertido. Como si el chonismo del Bronx se hubiera graduado en Las Vegas

Pusieron tantas veces el anuncio de Whiskas que una esperaba impaciente la salida de Jennifer López . Y hasta la de Camela si hubiera sido el caso. Una hora antes había menos animación que en una manifestación. El personal estaría viendo el fútbol. El fin de semana del Barcelona-Madrid ha habido otra rivalidad entre las dos ciudades. Una de divas del pop (con un día de diferencia). En Barcelona, Lady Gaga; en Madrid, Jennifer López. Para la capital la perra gorda. JLO, cantante, actriz y empresaria, 43 años, 55 millones de discos vendidos y dos hijos de cuatro (que enseña en pantalla gigante, pese a no ser muy monos).
«Dance Again… The Hits» es el primer recopilatorio de una carrera que empezó en 1999. En 2009 dijo que se retiraba pero aquí sigue. Dance Again World Tour, gira que empezó el 14 de junio, le ha traído por primera vez a España.
Con veinte minutos de retraso, salieron ocho bailarines con chistera y bastón. Luego cayó el telón y aparecieron dos chicas con plumas y ella en pantalla. La verdadera surgió de una trampilla. Empezaba el despliegue de brilli brilli. Aquello estaba entre anuncio de Freixenet y revista de Lina Morgan. Una apoteosis kitsch. JLO se puso de espaldas y se quitó la falda de plumas dejando a la vista el mayor de sus activos, su «derrière». «Madriiiiiiid», grita. Y canta «Get Right».
«Mi español no está muy bueno», confiesa. Después se dedicará al baile restregón. Y a llevarse la mano a la entrepierna. Todo muy fino. Como dice su archienemiga Mariah Carey (que no es Eleanor Parker), una chica puede salir del Bronx pero es muy difícil que el Bronx salga de una chica. Tampoco parece pretenderlo. Se trata de entretener, de distraer. Y a fe que lo consigue. Para «Waiting for Tonight» despliega una barra móvil. En «Goin’ In» pone un ring. Ahora, con pantalón ancho de lentejuelas y top, toca lucir los abdominales. El micrófono, eso sí, siempre es del mismo brilli que la ropa (rojo, dorado, plateado…).
Una canción en español
Después de «Jenny from the block», se proyecta un vídeo de Jennifer y Casper, coreógrafo y toyboy. La chica lo da todo. Enseña a sus hijos, enseña a su novio, enseña su trasero y, al principio, casi se le sale el pecho. A veces no baila. Para ello se pone túnica y canta «If you had my love» . Y la única en español, «No me queda más», su homenaje a Selena. Se va por la trampilla para volver (volver) disfrazada de mariachi. Llega «Let’s get loud». Y aquí es cuando levanta a todo el mundo. La tapan con plumas y reaparece con el mono color carne y llamas rojas. Muy Josephine Baker. Es entonces pura exhibición física y el momento de «On the floor», con trono y capa roja. Con Pit Bull en vídeo (muy aplaudido). Todavía quedaba otro mono dorado y «Dance Again» más las repeticiones.
Es todo tan divertido. Grandes éxitos aparte, es como si el chonismo del Bronx se hubiera graduado en Las Vegas. Un espectáculo.
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