entrevista
Richard Gere: «Estoy decepcionado con Obama»
El budista más famoso de Hollywood se mete en la piel de un alto ejecutivo en crisis en «El fraude»
Este verano, Richard Gere ha cumplido 63 años y, para celebrarlo, se ha metido en la piel de Robert Miller, un ejecutivo que se ve envuelto en un gran embrollo financiero, que amenaza con destruir su vida familiar y su reputación. El galán del cine de los noventa, inolvidable en películas como «American Gigoló», «Oficial y caballero» o, sobre todo, «Pretty Woman» , pero que también ha rodado duros policiacos como «Los amos de Brooklyn» , musicales prestigiosos como «Cotton Club» y «Chicago» o comedias made in Robert Altman como «Dr. T. y las mujeres» , vino hace unos días a España, al Festival de San Sebastián, para presentar «El fraude», la película que protagoniza junto a Susan Sarandon, Tim Roth y Laetitia Casta, y que hoy llega a los cines.
—¿Hay conexiones entre el protagonista de «El fraude» y el de «Pretty Woman»?
—No. Alguien me preguntó sobre eso en Sundance y ni siquiera lo había pensado. Los dos tienen el mismo trabajo, pero son películas radicalmente diferentes, no puedo compararlas.
—¿Cuáles son, entonces, sus referencias? ¿Quizá Michael Douglas en «Wall Street»?
—Tampoco, mi aproximación al papel buscaba ser menos icónica, más alejada de la idea del villano. Veo a este personaje como un ser humano que ha fracasado, que está dañado. ¡Pero es un ser humano! Estos personajes no son conceptos, son de carne y hueso, con todas las complejidades que eso conlleva.
Villano a lo Clinton
—¿Por qué no interpretar a un villano arquetípico?
—Porque no creo en los villanos. No creo que en la vida haya solo blanco o negro. Algunos tomamos decisiones muy equivocadas y otros tomamos decisiones mejores. Mi trabajo como actor es construir un ser humano, y todos los seres humanos son increíblemente complejos. Este tío es muy poderoso, es capaz de encontrar la salida de cualquier situación nadando como un pez, es un macho alfa. Ahí veo una energía parecida a la de Bill Clinton, que tomó unas decisiones muy malas... y otras bastante buenas.
—¿Se reunió con verdaderos tiburones financieros? ¿Qué aprendió de ellos?
—Que tienen un extremo sentido de la confianza en sí mismos. Estos tíos van de frente, son claros, es impensable que puedan fallar. La otra cosa destacable que aprendí es que están contentos. ¡Disfrutan de su trabajo! Lo ven como un juego enormemente divertido.
«Seguro que había "monstruos" en el Tercer Reich que en casa eran amables con sus hijos»
—¿Es capaz entonces de ver el lado humano de Wall Street?
—¡Claro! Nunca me he encontrado a nadie en quien no pudiera encontrar un lado humano. No creo que haya muchos monstruos. Incluso en el Tercer Reich, cuando esas personas se iban a casa, eran amables con sus hijos. Honestamente, creo que hay gente que comete graves errores, que generan sufrimiento entre la gente, pero no creo que haya monstruos.
—¿Tiene usted debilidades? ¿Comete errores?
—Cómo no. Me gusta viajar bien y comer bien, y prefiero que la gente me sonría cuando voy por la calle. ¡Claro! Todos somos iguales, buscamos la felicidad y evitamos el sufrimiento. ¡Pero la diferencia no la marca el dinero! Si hablas con alguien que tiene dinero, te dice que un millón de dólares no da la felicidad. Sí que su hijo vuelva a casa con buenas notas.
—Comparte pantalla con Susan Sarandon, ¿cómo es trabajar con ella?
—Susan es dura, salta a la vista, es muy dura. Tiene la misma cualidad que mi hermano. Sigue y sigue insistiendo. Al final dices: «Vale, lo que tú quieras». Susan tiene esa cualidad, la de insistir e insistir. Y siempre está al servicio de su personaje y de la historia que se está contando.
La edad de oro
—Su personaje cumple 60 años en la primera escena... Y Richard Gere, ¿cómo lo lleva?
—Recuerdo una fotografía de mi abuelo con mi edad. ¡Me parecía una criatura anciana!, y quizá yo también parezco ahora un anciano, pero no me siento así. Todavía juego al baloncesto con mis hijos. Mi padre tiene 90, y hablamos sobre cómo puede mantenerse joven. Es cuestión de recibir siempre información nueva; en cuanto paras y te estableces en la rutina, todo se deteriora.
—¿En qué es mejor Richard Gere ahora que antes?
—Una cosa que creo que es más fácil ahora... es entrar y salir de los personajes. Ese proceso es mucho más fluido ahora que en el comienzo de mi carrera.
—¿Qué va a ocurrir en las elecciones de noviembre en Estados Unidos?
—Pinta muy bien, parece que Obama va a ser reelegido, y espero que su proceso de reelección le ayude a ser el presidente que queríamos que fuese hace años.
«Estoy a favor de que la gente proteste en la calle. Pero no violentamente»
—¿No se siente decepcionado con su mandato?
—Sí, claro. Aunque no lo suficiente como para votar a la otra parte. Obama podría haber hecho más, pero ha tenido una oposición fuera de lo común. El otro partido, que representa al 50% del país, se niega a que Obama tenga éxito en nada. Pero es el presidente de los Estados Unidos, tiene que encontrar la manera de hacerlo. Hasta ahora no lo ha conseguido en muchos asuntos, y tampoco ha explicado al pueblo americano por qué no ha podido.
—Estamos viviendo una época de protestas en la calle por la crisis, ¿está a favor?
—¿A favor de qué? ¿De que la gente se exprese? Absolutamente. Pero no violentamente. La violencia nunca ayuda. Pero expresar los sentimientos es lo más importante de este mundo. ¡Incluso en China, el país más represor! Su presupuesto para vigilancia es más alto que el presupuesto militar
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