El SUP cree que «alguien», antes que la perito, pudo manipular la hoguera de Bretón
En torno a esta posibilidad girará la defensa del padre de los niños Ruth y José para sembrar la duda acerca de la cadena de custodia de los restos y cuestionar si se han mezclado con otros
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) sugirió ayer, a través de su revista «carné x puntos», que «posiblemente alguien» manipuló la hoguera que Bretón hizo el 8 de octubre en la finca de Las Quemadillas, antes de que la antropóloga analizase los restos óseos que aparecieron entre las cenizas de la fogata. Precisamente, en torno a esta posibilidad orquestará su defensa J osé María Sánchez de Puerta , el abogado del padre de los menores: sembrar la duda acerca de la cadena de custodia de los restos y cuestionar si son los mismos o si han podido mezclarse con otros.
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Según el colectivo, en esos días, «el jefe accidental de la Policía de Córdoba [Pedro Barea ] no tomó ninguna decisión (ha sido ascendido ahora al Consejo asesor irregularmente), en los que se estuvo dudando si dirigía el asunto Córdoba, Sevilla o Madrid. Es el primer error de este caso propio de una Policía sin organización interna, descabezada sin dirección como estaba entonces con el Gobierno del PSOE y como sigue ahora con el del PP». Por ello, el SUP considera que no se puede descargar toda la responsabilidad en la experta (afiliada a este sindicato) que concluyó que los huesos encontrados eran de animales —cuestionado por cuatro informes—, sino que en la «cadena de errores imperdonables» que se han cometido, «no excluimos a nadie, desde quien elaboró el primer informe hasta el juez, máximo responsable de la investigación , pasando por el fiscal, los mandos de Policía Científica, superiores jerárquicos de la antropóloga, y los mandos de la investigación de Policía Judicial (UDEV)».
Opinión sin más pruebas
Para este colectivo, la técnica experta «simplemente consideró que los huesos eran de pequeños roedores y no humanos, quizás por la reducción que produjo su exposición al fuego o por otras razones». En cualquier caso, «lo cierto es que se equivocó en esa primera valoración que realizó mediante nota informativa, que unos días después desde la investigación elevaron a pericia cuando tal valoración pericial no llegó a producirse nunca».
Para el SUP este es otro gran error, pero, aun en el supuesto de que se hubiera hecho una pericia, «produce vergüenza ajena conocer qué grado de rigor científico tiene la antropología para que se considere como hecho incuestionable un peritaje de esta especialidad. Porque en realidad, ese informe pericial de antropología forense es una comparación morfológica, la opinión de un experto viendo los huesos sin más pruebas que su vista y su conocimiento. No hay análisis ni pruebas rigurosas y científicas que sustenten esa opinión, por lo que dicha especialidad no es propia de Policía Científica y debería desaparecer», señala en la publicación.
Así, el sindicato policial señala que lo grave es que «si se produce un error en esta primera pericia no se continúe el proceso de análisis y se abandonen los huesos, circunstancia que se evitó gracias a que la técnica perito se preocupó de que dichos restos siguieran formando parte del sumario de la investigación, lo que a la postre ha permitido las revisiones posteriores». Por ello, considera que la Policía debería «pedir perdón a su madre y a al resto de la familia, y garantizar a los ciudadanos que algo así nunca volverá a ocurrir».
Por otro lado, el profesor Francisco Etxeberria , quien realizó el segundo informe en el que se determinaba que los restos óseos de la hoguera pertenecen a dos niños de 2 y 6 años, de la misma edad que los desaparecidos Ruth y José , señaló ayer que «no hay mucho más recorrido en el aspecto médico forense» y se mostró «satisfecho» porque la madre de los niños, Ruth Ortiz, «seguramente ha dejado de tener incertidumbre».
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