Ryanair suma su cuarto aterrizaje de emergencia este verano
El último incidente registrado en Manises se produjo el domingo por un fallo técnico

Un avión de la aerolínea de bajo coste Ryanair aterrizó el pasado domingo en el aeropuerto valenciano de Manises tan sólo unos minutos después de despegar de este recinto debido a «motivos técnicos de carácter leve», según informó el propio director de comunicación de la compañía, Stephen McNamara.
El portavoz explicó que el vuelo de Ryanair FR7222, con destino a Santiago de Compostela, tuvo que regresar a Valencia nada más despegar «debido a motivos técnicos de carácter leve», aunque no especificó cuáles. «El avión aterrizó con normalidad y los pasajeros fueron desembarcados al mismo tiempo que se les ofreció un refrigerio», manifestó McNamara.
Para minimizar el tiempo de espera, Ryanair sustituyó este avión por una segunda aeronave para realizar el vuelo a la localidad gallega, con un retraso aproximado de cuatro horas. La compañía irlandesa ofreció ayer «sus más sinceras disculpas a los pasajeros afectados por este retraso» y aclaró que «Ryanair siempre prioriza la seguridad antes que la puntualidad de sus vuelos».
Dolor de cabeza y oídos
Aunque el comunicado no lo indica, algunos pasajeros han explicado cómo sucedieron los hechos. Según uno de estos testimonios, poco después de las diez de la mañana, los viajeros empezaron a notar un fuerte dolor de cabeza y oídos. El comandante, tras unos minutos dando vueltas a muy baja altura, anunció que regresaban nuevamente al aeropuerto de partida «para solucionar el problema que había ocasionado la despresurización de la cabina».
El problema técnico vuelve a poner a la compañía irlandesa en el ojo del huracán, después de que el pasado 26 de julio tres aviones de Ryanair tuvieran que solicitar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises por falta de combustible, en un intervalo de apenas unos minutos. Tras tres aeronaves volaban con destino a Madrid, pero fueron desviadas a Valencia debido a la presencia de una fuerte tormenta sobre la capital.
En aquella jornada, varios vuelos de al menos otras cinco compañías fueron desviados de Madrid a Valencia por el mismo motivo, pero sólo los tres aviones de Ryanair tuvieron que solicitar aterrizaje de emergencia por falta de combustible. A raíz de estos hechos, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, ha abierto una investigación para determinar si las aeronaves de Ryanair cumplían la normativa internacional sobre la cantidad mínima de carburante con la que deben operar los vuelos.
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