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Mariano Rajoy: «Tengo la total convicción de que el euro es irreversible»

«Yo hago lo que creo que beneficia a los intereses generales del euro y los de España en cada momento concreto; y a partir de ahí tomaré mis decisiones», asegura el presidente del Gobierno en una entrevista con ABC

Mariano Rajoy: «Tengo la total convicción de que el euro es irreversible» ignacio gil

bieito rubido/ramón pérez-maura

-Llevamos meses diciendo que la semana que viene será la decisiva para el euro. ¿Cree que la moneda europea podrá salir del bache? ¿Tenemos que acostumbrarnos a ella, pero a la vez a ser más pobres?

-Yo tengo la total y absoluta convicción de que el euro es irreversible. No tengo ninguna duda sobre este asunto. Aunque a algunos les pueda parecer que con lentitud, Europa siempre ha dado pasos hacia adelante y siempre han sido muy positivos para el conjunto de los europeos. Basta comparar los 55 años posteriores al Tratado de Roma de 1957 con los 55 anteriores. Por tanto, las instituciones europeas y después el euro han sido muy positivos para todos. España en concreto vive hoy momentos de dificultad como pueden atravesarlos otros países, pero cuando entramos en la zona euro trabajaban en nuestro país 12 millones y medio de personas, después llegaron a ser 20 y hoy son 17 millones y medio. Sin embargo, el balance de la zona euro ha sido de un incremento de la riqueza, del bienestar y de la atención social para todos los países miembros. Por tanto, seguiremos en el euro y mejor. Habrá que tomar decisiones para corregir los desequilibrios, pero el euro, que fue un proyecto enormemente útil y beneficioso para todos los europeos, lo va a seguir siendo en el futuro y los países van a seguir aumentando su nivel de bienestar y riqueza, aunque ahora haya un momento difícil.

-Las negociaciones en Europa siempre se desarrollan bajo cierto secretismo. Antes de que pidieran rescate Grecia, Irlanda y Portugal, todos los gobiernos negaron que fuera necesario. Usted, en parte, hizo lo mismo para el préstamo que sirvió para rescatar el sistema financiero y de los bancos. ¿Por qué esa discreción?

-Yo no voy a entrar en las razones de portugueses, griegos e irlandeses, porque no me corresponde a mí, pero sí le digo una cosa con total claridad: yo hago lo que creo que beneficia a los intereses generales del euro y a los de España en cada momento concreto; y a partir de ahí tomaré mis decisiones. Yo he pedido un préstamo de hasta 100.000 millones ¿Por qué lo hice? Hay algunos datos que es bueno recordar. Cuando se produjo la crisis financiera mundial en 2008 y 2009, en Europa los gobiernos inyectaron cantidades por un valor de un billón quinientos mil millones de euros a todas sus entidades financieras. Todos los países de la Unión hicieron grandes inyecciones en su banca. En España, en cambio, no, y no vamos a discutir ahora si con acierto o sin él. Pero la verdad es que lo que algunos hicieron en su momento lo estamos acometiendo nosotros ahora.

-A destiempo, entonces.

-Hoy es mucho más difícil acudir a los mercados y por eso hemos tenido que pedir esa ayuda con un máximo de 100.000 millones para nuestras entidades financieras. Quiero decir que he hecho eso porque es bueno para el euro y también para España tener un sistema financiero que no genere ninguna duda, y a partir de ahí el nuestro va a ser un sistema absolutamente seguro y que no generará ninguna duda. Porque el examen que al que se está sometiendo a las entidades españolas no se le ha hecho en ningún otro lugar. Vamos a esperar a las decisiones del BCE y a partir de ahí tomaremos una decisión que hoy no está todavía adoptada. Pero si creo que es bueno para el conjunto de Europa, para el euro y para España, lo haré, y si no, no. Actuaré de la misma forma que hicimos con las entidades financieras.

«En 2008 gobiernos europeos inyectaron billón y medio en sus bancos»

-Parece vislumbrarse cierta convergencia entre España, Francia e Italia. Alemania, en cambio, da la impresión de mantener una posición un tanto distinta. ¿Cuál es su relación personal con Hollande y Monti y qué espera de Merkel?

-Europa no se puede construir sin el acuerdo de todos, y particularmente es muy difícil seguir avanzando en el proceso sin el acuerdo de los países con mayor PIB. Cuanto más fuerte sea la economía de un Estado, lógicamente mayores serán su concurso y su responsabilidad. Pero en lo fundamental coincidimos -y eso es muy importante- los gobernantes de los países a los que ustedes han citado. Voy a poner un ejemplo. Hace poco, en junio, se celebró un Consejo Europeo que en mi opinión fue el más importante en muchos años. Marcó las líneas de lo que será la nueva Europa: allí se habló de unión bancaria, de unión fiscal, de una autoridad supervisora, de intervenciones para estabilizar el euro. Allí se tomaron decisiones de una enorme importancia y hubo acuerdo entre todos. Luego, puede que haya discrepancias en los tiempos o en algunas actuaciones concretas, pero en lo fundamental creo que coincidimos y esto es básico y fundamental para el futuro de Europa.

La solidez de Merkel

-Ha sorprendido su sintonía con el presidente francés.

-Mis relaciones con Hollande son muy buenas; yo no lo conocía y formamos parte de partidos políticos diferentes, pero me he entendido muy bien con él. Le visité en el Elíseo poco tiempo después de que fuera elegido presidente de la República Francesa. He coincidido con él en uno de los temas en los que más énfasis puso, que fue el de las políticas de crecimiento. Apoyé los planteamientos que hizo en el Consejo Europeo y la relación es muy buena. También he coincidido con Monti, que llegó al Gobierno poco antes que yo. Ha estado aquí conmigo este mismo mes de agosto y coincidimos también en lo fundamental. Hubo un punto en el que nos esforzamos juntos: en la necesidad de la estabilidad del euro, y ahí seguimos.

-¿Y qué opina de la canciller alemana?

-La señora Merkel es una gobernante con una enorme solidez. De estas personas de las que estamos hablando, es a la que yo conozco desde hace más tiempo. Vino en 2004 al Congreso en el que fui elegido presidente de mi partido. Merkel tiene un reto que es común a todos los europeos, pero a ella, como canciller alemana, le corresponde ejercer un liderazgo en él: el desafío es resolver los problemas de la inestabilidad del euro y avanzar en la integración europea, y yo la veo dispuesta a ello.

«No es fácil, pero estimo que puede haber unión fiscal en 2018»

-La unión fiscal es uno de los puntos que se debatieron en el Consejo Europeo de junio. ¿Qué ventajas tendría para los ciudadanos?

-El gran objetivo hoy es poner en marcha los acuerdos del Consejo Europeo, y el señor Van Rompuy tiene un encargo de ese Consejo para que haga una propuesta; entre otras cosas, sobre unión bancaria y unión fiscal. El Gobierno de España y yo mismo, como su Presidente, le hemos enviado un documento que es la aportación de España a ese debate. Ahí nos manifiestamos a favor de la unión bancaria.

-¿En qué términos?

-Creemos que debe haber un supervisor, un fondo de garantía de depósitos y un instrumento para poder reestructurar entidades financieras y separar claramente el riesgo soberano del bancario, y ahí también hablamos de la unión fiscal. Yo tengo una convicción: cuando Europa no avanza, Europa retrocede. Y de hecho, en los últimos 55 años, siempre ha ido avanzando. Y hoy vivimos en un mundo global, muy abierto, con nuevas y muy importantes realidades, con países que ellos solos, como pueden ser China o incluso la India, tienen mucha más población que el conjunto de la UE. Por tanto, Europa, que es un gigante económico pero que todavía dista de ser un gigante político, tiene que continuar avanzando. Yo he hecho mi aportación a la unión fiscal.

-¿Cómo se llega a ella?

-Creo que es necesario hacerla en tres fases. Esto no es fácil, pero tampoco lo era suprimir las monedas nacionales, y se hizo. Hubo entonces voluntad, determinación y coraje, y es importante que también los haya ahora. Pienso que hay una primera etapa en la que los países tienen que adoptar medidas para cumplir criterios de convergencia fiscal y económica; cumplir todos los compromisos del Consejo Europeo y los procedimientos de déficit excesivo quienes los tengan. Habría una segunda fase en la que se crearía una autoridad presupuestaria europea para supervisar la ejecución del presupuesto y recomendar los objetivos y la orientación de la política fiscal. Y entiendo que en ese estadio ya podría emitirse una deuda europea con vencimientos a medio y largo plazo, aunque la mayoría seguiría siendo nacional. Y habría una tercera fase en la que los objetivos fiscales se decidirían de forma conjunta, pero la vigilancia sería de esa autoridad presupuestaria y ya se podría emitir deuda conjunta europea. Hoy estamos muy lejos de esto. Nadie pensaba que tantas y tantas políticas nacionales se iban a ceder a instituciones superiores, pero al final la voluntad de muchos europeístas convencidos y de la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos nos ha traído hasta aquí. Ya sabemos que la unión bancaria se puede conseguir pronto y que la unión fiscal va a tardar, pero, desde luego, si no se comienza tardará mucho más todavía.

Integración política europea

-En el pasado, los cancilleres alemanes, de Adenauer a Kohl, siempre han dicho que se comprometen con Europa por los crímenes en la época de Hitler. ¿Cree que este argumento sigue teniendo validez y que el Gobierno actual cumple con ese compromiso?

-Hitler, por fortuna, ya está en la historia, en la triste historia de la Humanidad, y yo creo que detrás del proceso que se inició antes de Roma con la Comunidad Europea del Carbón y del Acero había política, no era solo economía. Y ¿de qué se trataba? De crear un espacio de democracia, de libertad, de derechos humanos, y también un espacio económico. Hoy, por fortuna, vivimos en ese espacio. Hay países que han entrado en la UE y que han tenido que modificar su régimen político. Y hoy habrá que avanzar también en la integración política. El objetivo ya no es la democracia, porque vivimos en una. Ha hablado de Adenauer. Kohl vivió en otro momento de la historia. Lo suyo fue la unificación y fue un artífice importante en la creación del euro. Ahora lo importante es estabilizar el euro y avanzar en la integración europea.

-Al ser en cierto modo un sucesor del Tercer Reich, ¿tiene el Gobierno alemán más responsabilidad en el desarrollo europeo?

-La responsabilidad del proceso europeo es de todos los europeos. Y dentro de esa responsabilidad, Alemania tiene más habitantes que nadie, más PIB que nadie y, si me lo permiten, más acciones en ese club que es la Unión Económica y Monetaria y que es muy beneficioso. Por tanto, quien tiene más acciones, participa más de los beneficios. Pero la responsabilidad es de todos. La de Francia es enorme. Italia, España… bueno, en proporción a lo que somos. Alemania es el accionista mayor, pero estas coaliciones... No. mire usted: o vamos todos juntos o nos quedamos.

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