Martín, a sus 10 años, se mueve por los estantes de la Biblioteca Central como pez en el agua buscando un cómic de «Dragon Ball». Su amigo Cristóbal, de la misma edad, es otro de los forofos del cómic con una figurita de «Flashman» en la mano, aunque tiene que emplearse a fondo para superar las cuatro asignaturas que le han quedado pendientes. Estos dos niños son algunos de los cerca de 800 usuarios que visitan diariamente en verano la Biblioteca Municipal para coger prestado algún volumen o DVD, o participar en sus talleres, como el de papiroflexia, el preferido por Cristóbal.
Otro de los usuario que acude a diario a la biblioteca es José, de 14 años, pero no viene a estudiar, sino a buscar sus libros preferidos de «Gerónimo Stilton», que cuenta con un filón de obras infantiles. Javier, por su parte, lleva cómics de «Pokemon», «Manito» y «Zipi y Zape».
Pero hay otros, los estudiantes, sobre todo de Bachillerato y universitarios, que llegan media hora antes de la apertura de la biblioteca para reservar su sitio y aprovechar la mañana al máximo. Se trata, por ejemplo, de Rafa, de 19 años, que está en Veterinaria, y que llega a las nueve de la mañana y se marcha a casa a las dos. Junto a él, en su mesa, hay tres chicas. Entre ellas, Laura, de 18 años, que pasa unas cuatro horas en la sala de lectura para superar el segundo curso de Bachillerato.
Por su parte, Patricia, de 20 años, estudia Biología, y tiene claro que su mes de agosto es para pasarlo en la biblioteca. Al lado, su amiga María del Mar prepara una de las asignaturas que le ha quedado pendiente para septiembre en su primer curso de Derecho e Icade.
Pero otros muchos, incluso familias enteras, van a la Biblioteca Central de la Ronda del Marrubial para abastecerse de libros para las vacaciones, incluida las guías de viaje. La sala de lectura reserva una zona dedicada especialmente a literatura de verano, con varios «best-seller» y obras que pueden ser fieles compañeras en los trayectos estivales.
La Biblioteca Central, que depende de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, es una de las más activas. Según una de sus empleadas, Lucía Cámara, este núcleo cultural pretende ser el lugar de referencia para muchos que no pueden permitirse comprar libros por la crisis. Entre 600 y los 800 usuarios pasan a diario por sus instalaciones y los préstamos son continuos, tanto de monografías como audiovisuales, películas, música y documentales, además de la fabulosa colección de cómics.
En la página web «www.biblioteca.ayuncordoba.es» aparecen todas las actividades propuestas para este verano tanto en la Biblioteca Central como en la docena de bibliotecas de los centros cívicos y barriadas como Alcolea, Villarrubia y El Higuerón. Entre los talleres de vacaciones está la celebración de los 100 años de la Abeja Maya para niños entre los 4 y los 11 años, donde se estudian, por ejemplo, los insectos que son beneficiosos para el hombre. El horario de la Biblioteca Central se extiende de las nueve a las dos de la tarde, ampliando las horas de la sala de lectura hasta las nueve de la noche, y en época de exámenes (del 20 de agosto al 6 de septiembre) se cierra a las 0.00 horas.
