Marion Jones, la «tramposa de América»

Pasó de ser la «novia de América» a la «tramposa de América». Una de las mayores farsas de la historia del deporte . Marion Jones nunca dio positivo y durante años negó las acusaciones de dopaje. Incluso tuvo la desfachatez de demandar al dueño de los laboratorios Balco, Victor Conte, que denunció que la atleta estadounidense se inyectaba los productos prohibidos que él le suministraba. Durante su etapa de convivencia con Tim Montgomery, explusmaquista mundial de los 100 metros, guardaban las drogas en el frigorífico, «cerca de las verduras», y las jeringuillas «debajo de una pila de ropa».

Con las drogas siempre por delante de la ciencia, no fue cazada en ningún control porque la THG y la EPO eran indetectables y también hubo fallos en los análisis de algunas de sus muestras. Sin embargo, una vez acorralada por la justicia debió confesar, se quedó sin medallas y sin dinero y fue a la cárcel -seis meses de condena- por mentir sobre el uso de sustancias dopantes (esteroides) y fraude bancario.

En los Juegos de Sidney 2000 conquistó tres oros (100 m, 200 m y 4x400 m) y dos bronces (salto de longitud y 4x100 m) de los que en 2007 sería despojada por el COI . Entonces, después de tantos engaños, fue borrada de la historia olímpica. Dos años antes de convertirse en la primera mujer en ganar cinco metales en unos mismos Juegos, se casó con el lanzador de peso C.J. Hunter, otro dopado involucrado en el «caso Balco». Después llegó su relación con Montgomery, que también estuvo en prisión.

Descubierta la burla de la mujer más rápida del mundo y la trama del laboratorio que creó la revolucionaria THG, un esteroide anabolizante conocido en el mundo del atletismo como «el limpiador», Marion Jones intentó reinsertarse y rehacer su vida en el baloncesto, deporte en el que llegó a ser campeona universitaria cuando era joven. El atletismo acabó con su carrera, con una vida deportiva supuestamente ejemplar.