Libia celebra sus primeras elecciones libres tras cuarenta años de dictadura
150 partidos y 2.500 candidatos independientes concurren a estos comicios para elegir una Asamblea de 200 miembros que sustituya al Consejo Nacional Transitorio

Miles de retratos cubrían las calles de las ciudades libias que iban cayendo en manos de la revolución el año pasado. Eran las caras de los shajid (mártires), de la guerra civil . Estos días las calles aparecen forradas de retratos que miran al viandante. En este caso son los de los candidatos que se presentan este sábado a las primeras elecciones nacionales que celebra el país magrebí desde un lustro antes de que el coronel Muamar Gadafi se hiciera con el poder en 1969 .
Durante esos 42 años de dictadura gadafista los partidos estaban prohibidos. Cualquier atisbo de organización política más allá del régimen estaba condenado a sobrevivir en la clandestinidad y sus miembros ponían su vida en serio peligro. Solo unos cuantos optaron por crear algunos pequeños partidos opositores a Gadafi en el exilio , pero sin apenas fuerza.
Los Hermanos Musulmanes fueron probablemente los que más supieron soportar el paso del tiempo bajo el yugo del régimen, de hecho no son pocos los miembros de la formación islamista que han estado encarcelados. Ahora sacan pecho animados por la victoria de sus hermanos egipcios.
Vacunada contra la rabia del monolítico sistema precedente, Libia ha sido en pocos meses escenario del nacimiento desenfrenado de formaciones de todo tipo. Unos 150 partidos concurren a las urnas junto a más de 2.500 candidatos independientes . Se elige una Asamblea de 200 miembros que sustituirá al actual Ejecutivo no electo, el Consejo Nacional Transitorio , y redactar una Constitución que el pueblo deber refrendar (o no).
En este periodo tenemos que formar un gobierno nacional fuerte y preparar la Constitución. Ofrecer seguridad a la gente y darle un empujón a la economía. Que los jóvenes vean bajar el paro y vean verdaderas diferencias con los tiempos de Gadafi, afirma a ABC a modo de pliego de intenciones el islamista Abdurrazak El Aradi , un ingeniero formado en Estados Unidos , durante uno de los últimos actos de campaña. La hermandad se presenta bajo las siglas del Partido Adala Bina , que significa algo así como Justicia y Desarrollo y que es el número 10 en las papeletas . Las pancartas que muestran en sus actos se lo recuerdan con la cifra en grande a los posibles votantes.
No deja de sorprender que Libia haya logrado organizar unas elecciones solo ocho meses despus de la muerte de Gadafi. Basta echar un vistazo al erial político que ha heredado el país para entender que ni los más optimistas pensaban que iban a votar el 7 de julio , aunque la fecha inicialmente prevista fuera el pasado 19 de junio. La falta de cultura democrática es mucho más profunda que la de sus vecinos también revolucionarios, Túnez y Egipto . Y los muertos que ha costado llegar a estos comicios, ms de 3.000 en la guerra libia, también.
Por tanto, los libios que acuden mañana a las urnas tienen una nula experiencia electoral en su inmensa mayoría, de ahí que se hayan redoblado los esfuerzos para enseñarles cómo hay que ejercer el derecho a voto. Algunos paneles en las calles les ayudan con dibujos que parecen salidos de una cartilla de preescolar. Estamos ante el segundo periodo de transición tras la revolución. Es lo que podemos denominar la primera transición pacífica del poder en Libia, concluye el islamista El Aradi en medio de una plaza de los Mártires que en la noche del jueves era una fiesta.
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