«Río Segura», la joya del Servicio Marítimo de la Guardia Civil
Don Juan Carlos embarcará por una pasarela especial de popa y descubrirá en cubierta una placa de su visita
La «Río Segura», la patrullera oceánica que tiene previsto visitar hoy Su Majestad Don Juan Carlos en el puerto de Algeciras es la joya de la corona de las embarcaciones de la Guardia Civil: la de mayor envergadura y la más moderna. Con 73 metros de eslora fue botada en diciembre de 2010 y costó 15 millones de euros . El buque tiene su base en Las Palmas y se dedica al control de fronteras en mar abierto, sobre todo en el Atlántico, la lucha contra la inmigración ilegal, el narcotráfico, el contrabando, los delitos contra el medio ambiente, así como las búsquedas y rescates. Periódicamente navega en aguas africanas, sobre todo Senegal y Mauritania, en el dispositivo de prevención de salida de cayucos.
Don Juan Carlos no embarcará por el pantalán normal debido a la altura y la dificultad de esa pasarela, según ha podido saber ABC, sino por una pasarela de popa a la altura del muelle que ha sido cedida por una empresa y pintada de verde para la ocasión. No está previsto, en principio que suba al puente de mando por la citada dificultad. Ya en cubierta el Rey descubrirá una placa con motivo de la visita para evidenciar su apoyo al Servicio Marítimo de la Guardia Civil. En tierra se ha dispuesto una carpa donde será recibido Don Juan Carlos.
Este buque, uno de los tres oceánicos con que cuenta el Instituto Armado, se caracteriza por su sistema de propulsión y su gran maniobrabilidad, con un alcance de actuación muy superior al del resto de embarcaciones del Cuerpo. El casco está estructurado en dos cubiertas y tiene una tripulación de once personas, aunque su capacidad es de 27. Cuenta además con dos embarcaciones auxiliares, uno para rescates y otra para persecuciones.
Antes que la «Río Segura», y en plena crisis de los cayucos, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar) comenzó a operar con buques con capacidad de actuación oceánica: primero con el «Río Miño», un palangrero de 50 metros que fue adquirido en 2005 con 25 años de servicio, que fue adaptado a sus nuevas funciones y la «Río Tajo», comprada un año después, de 52 metros de eslora.
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