Naranjito cumple 30 años hecho un chaval
La polémica mascota de los mundiales de España 82 es, a día de hoy, una deseada firma de ropa juvenil y una pieza exclusiva para coleccionistas retro

13 de junio de 1982. Estadio Camp Nou, Barcelona. Argentina, por entonces vigente campeona, y Bélgica abren fuego. Aquel caluroso domingo casi veraniego es el pistoletazo de salida del tan esperado Mundial de fútbol de España '82 . Por primera vez en la historia, nuestro país acoge el evento deportivo más importante del planeta. Y todo el país se vuelca con el que estaba predestinado a ser «nuestro» Mundial. Pero, como es de sobra conocido, el chasco fue tremendo. España ni siquiera pasó de la primera fase y los Arconada, Gordillo, Camacho, Quini y compañía quedaron relegados en las portadas por los sorprendentes protagonistas de aquel Mundial: Paolo Rossi y Dino Zoff , referentes de Italia . Eso sí, ni siquiera la «Azzurra», la brillante campeona, pudo con el verdadero triunfador de España 82: Naranjito , que cumple 30 años más en forma que nunca.
La RFEF pagó un millón de pesetas a sus creadores y revendió los derechos por 1.400 «kilos»
Tres décadas después, la que fue la mascota más polémica de todos los Mundiales vive su gran momento. Despunta como deseado icono de la ropa juvenil y un tesoro para los coleccionistas de lo retro en forma de pegatinas, balones, relojes, imanes, póster, llaveros o muñecos. De todo. Quién se lo iba a decir a José María Martín Pacheco y Dolores Salto Zamora, los «padres» de tan criticada mascota , que sufrieron todo tipo de vituperios cuando fue seleccionada entre las casi 600 propuestas presentadas. Naranjito fue considerada desde su elección por no pocos la vergüenza de España. «Adefesio», «símbolo franquista», «macarra» o «monstruo» fueron algunas de las «lindezas» que le dedicaron desde su nacimiento. De hecho, la RFEF , pagó sólo 6.000 euros (un millón de las antiguas pesetas) a la agencia de publicidad Bellido, donde trabajaban José María y Dolores. Eso sí, le sacó una buena «tajada»: revendieron los derechos a la empresa británica West Nally por casi ocho millones y medio de euros (1.400 millones de pesetas).
Del infierno, a la gloria

Pero el paso del tiempo le ha dado a Naranjito el lustre que no tuvo en vida. Y un caché nada despreciable. Ya sea quizás por la idiosincrasia española de cualquier cosa pasada fue mejor o, igual, por el ingrato recuerdo que dejó aquella «furia» roja bastante «light», la realidad es que Naranjito ha sido catapultado a la cima del éxito que se le negó entonces . Hoy, aquella naranja rechoncha, de mofletes acentuados, sonrisa ahusada, con extremidades de enanito y vestida de corto con los colores de la «roja» presume de fama y belleza. Ahora nadie osa mofarse de quien fue el patito feo de la España de los ochenta. Y es que nunca los treinta sentaron tan bien… a una naranja. A exprimirla...
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete