Cinco consejos para superar el miedo escénico
Uno de los graves problemas de hablar en público es el evitar el tartamudeo, los sudores y otros síntomas que pueden echar a perder cualquier discurso. Descubre cómo superarlo

Thomas Jefferson decía: «cada vez que hagas una cosa, actúa como si todo el mundo estuviera mirando». Esa podría ser la solución del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales que la Asociación Americana de Psiquiatría utiliza como uno de los parámetros para hacer frente al miedo escénico.
Uno de los graves problemas de hablar en público es el evitar el tartamudeo, los sudores y otros síntomas que pueden echar a perder cualquier discurso por más interesante que sea. La exposición a estas situaciones sociales a las que temen las personas tímidas, provoca, por lo general, gran ansiedad en el sujeto, reconocida por él como irracional o excesiva y, para no experimentarla, limita su actividad, evitándolas.
¿Cómo se consiguen superar esas situaciones? La psicóloga Tamar Chansky muestra en su libro «Libérate de la ansiedad: cuatro pasos para superar el miedo» , varias estrategias para erradicar el miedo escénico y enfrentarse al auditorio.
1. Tener siempre en cuenta el presente, no el futuro ni el pasado
Cuando se acerque un evento, Tamar Chansky aconseja no pensar en lo que pasará o lo que es posible que pase. «Intente algo nuevo, céntrese en lo que realmente necesita hacer ahora mismo para hacer que las cosas salgan mejor: practique, obtenga consejos y duerma. Esto es lo que hacen los atletas . Se centran en el juego, pero eso no significa que ganen o pierdan. Así que, permanecer en el presente es una manera de estar preparado, no asustado».
2. Piensa que el trabajo no es perfecto
«No somos juzgados por imágenes individuales, sino por el conjunto»
Cuando se prepara un acontecimiento, cada persona tiende a desear en su mente lo que desearía hacer para que todo fuera perfecto y se olvida completamente de lo que verdaderamente importa. «Si te obsesionas con obtener resultados perfectos, dice Chansky, estarás pendiente de ello y tu estrés y ansiedad serán percibidas por la audiencia mucho más que tus propias cualidades». «No somos juzgados por imágenes individuales, se nos juzga por el conjunto entero. Las películas de nuestras vidas están compuestas por lo bueno, lo malo y lo feo, pero el conjunto de todo debe ser considerado por uno mismo como algo muy grande», expone Chansky. Por ello, la psicóloga recomienda «rebajar las apuestas, no las normas» .
3. ¿Cuál es tu misión?
Olvidarse de la crítica y centrarse en el porqué se está encima de un escenario, en una entrevista de trabajo o en cualquier otra situación que cause pánico a la persona que lo sufre. «El público no es un lobo hambriento que nos va a morder. Hay que tener en cuenta lo que ellos quieren o necesitan escuchar».
4. ¿Qué pensará el público?
Es lo que más puede llegar a preocupar cuando nos enfrentamos a una aparición en público. El feedback , como también se le suele llamar, es lo que atormenta a muchos antes de actuar. ¿Cómo reaccionará la audiencia?, ¿les gustará?, ¿se reirán de nosotros?... y tantas otras dudas que nos asaltan antes de llevar a cabo cualquier acción. La respuesta del público es sencillamente imprevisible , no podemos anticipar cuál será, así que lo mejor es no obsesionarse con ella. Tamar Chansky propone «fijar la mirada en los rostros sonrientes que están asintiendo con la cabeza, en lugar de aquellos que están sacudiendo sus cabezas o mientras se entretienen con sus teléfonos móviles.
5. Si te equivocas, ríete de tí mismo.
«Esos momentos encima del escenario no han de ser horribles. Has de aprender a disfrutar de ellos». Es lo que propone la psicóloga para sobreponerse a cualquier error o tropiezo que se cometa. «Desde los atletas a las “celebrities”, estar en paz con la audiencia conlleva siempre una cosa: olvidarse de que existe, excepto al final, para recibir los aplausos , ese momento tan importante del que sentirse orgulloso».
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