Ottavio Missoni, de atleta olímpico a fundador de un imperio del lujo
El creador de una de las firmas de moda más exclusivas del mundo recuerda sus tiempos como corredor en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948
Al mencionar el nombre de Missoni, cualquier «fashionista» piensa en el emporio de moda italiano que revolucionó el diseño de tejidos (sus estampados zigzag son un mito) y que se ha convertido en una de las marcas de lujo más globalizadas, con líneas de ropa para hombre y mujer, colecciones para el hogar, cadena de hoteles y hasta carritos de bebé. Lo que casi nadie sabe es que el fundador de la firma, Ottavio Missoni, fue un brillante atleta olímpico en su juventud.
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De hecho , Missoni y su mujer, Rosita Jelmini, se conocieron precisamente en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948 . «Nos sentamos juntos en el Estadio de Wembley. Él tenía un estilo extraordinario para correr», recuerda Rosita en una entrevista exclusiva a Reuters. Ella tenía 16 años; él, 27. «Pero Ottavio parecía de 21», agrega la «signora» Missoni, que hoy tiene 81.
El deportista de élite seduce a la «jet-set»
En 1937, con solo 16 años, Missoni se convirtió en el miembro más joven del equipo nacional de atletismo italiano. Ese año el italiano venció a Elroy Robinson en una prueba de 400 metros , robándole el podio al estadounidense más veloz de su tiempo. Pero la Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera deportiva hasta 1948, cuando participó en los Juegos de Londres. «Las Olimpíadas de Londres fueron hermosas, porque entonces todo era natural y espontáneo, no como ahora», dice Ottavio.
Los diseños de Missoni son famosos por su estampado zigzag
El encuentro entre Missoni y Rosita en Wembley fue amor a primera vista. Se casaron en 1953 y montaron un pequeño taller de confección de trajes en Gallarate , cerca del pueblo natal de ella. Luego expandieron su fábrica y comenzaron a experimentar con los estampados para los tejidos de punto. En 1958 presentan su primera colección en Milán, aunque el éxito no llegó tan rápido como esperaban.
«Comenzamos a tener ganancias una década después de abrir el taller y ese día me sentí el hombre más rico del mundo», dice Ottavio, quien todavía preside la empresa en la que también trabajan sus hijos y su nieta Margherita, una de las chicas más famosas de la «jet-set». Los diseños del matrimonio Missoni terminaron por cautivar a Anna Piaggi, la todopoderosa editora de la revista de moda «Arianna».
Salto a la fama
Pero la notoriedad internacional de la firma no llegó hasta 1967. Durante la pasarela del Palazzo Pitti, en Florencia, Rosita decidió que sus modelos no llevaran sujetador para que se lucieran mejor los tejidos. «No pensé que estuviera haciendo nada escandaloso pero nos acusaron de convertir Pitti en un show de cabaret del Crazy Horse », explica Rosita. El año siguiente no fueron invitados a participar en la Semana de la Moda florentina, y entonces Missoni se convirtió en una causa común para las grandes revistas de moda como «Vogue», «Elle» y «Women's Wear Daily».
Hoy, la marca Missoni es sinónimo de moda y lujo. Aunque Ottavio no ha dejado su primer amor. El año pasado fue el atleta más viejo en competir en el Campeonato de Atletismo Masters de Europa , en el que demostró su fuerza en las pruebas de lanzamiento de jabalina. Eso sí, no viajará a Londres para ver los Juegos Olímpicos de este verano. 64 años después, Missoni prefiere verlos por televisión.
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