Botella va a los actos en autobús de la EMT
La alcaldesa paga con metrobús. Piensa usar este sistema para moverse por el centro

La alcaldesa Ana Botella se subió al autobús 51 junto a su despacho, en la plaza de Cibeles. Picó su metrobús y se sentó. Así llegó al acto público convocado ayer. Sin avisar a nadie, sin fotógrafos, sólo con sus asesores y sus escoltas.
Al terminar la visita, hora y media después, volvió a dirigirse a pie a la parada del 51 en sentido contrario, e hizo la misma operación. Esta vía, los autobuses de la EMT, serán a partir de ahora su medio de transporte habitual para los actos que celebre en el centro de la ciudad, siempre que la agenda lo permita, explicaron fuentes cercanas a la alcaldesa.
Igual que hace unos días Ana Botella sorprendió a todos indicando, en su despacho, «nos vamos al Gallinero», sin hacerlo público, igual ha sido su decisión de dejar el vehículo oficial aparcado siempre que quiera. Como explicó un asesor ayer, mientras esperaba la llegada del autobús, «así será cuando pueda por agenda y se mueva por el centro».
Instrucción
Una instrucción de este mismo año, dictada ya con Botella en la Alcaldía, ordenaba a los cargos locales: «Siempre que las características de los servicios lo permitan, se priorizará el uso del transporte público sobre la utilización de vehículos oficiales».
Mientras sus asesores consultaban, vía mensaje telefónico, el tiempo que deberían esperar el siguiente vehículo, la alcaldesa charlaba con otros ciudadanos en la parada. La cara del conductor del 51 cuando la vio subir fue todo un poema. Ella volvió a picar su ticket, se sentó, y la señora que estaba enfrente no dejó pasar la ocasión para hablarle. Otras personas se acercaban a saludar. Y así siguió, hasta la calle de Alcalá: le esperaba una comida con varios ministros.
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