«El impuesto que debemos pagar por la herencia recibida es mucho peor que el del Onceno»

El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, presidió el sábado los actos de conmemoración del Centenario de la Redención del Onceno en la localidad de Montealegre, donde afirmó que «el impuesto que tenemos que pagar por la herencia recibida es mucho peor que el del Onceno de hace cien años». Los ciudadanos de Montealegre del Castillo iniciaron hace más de un siglo un proceso de justa reclamación para defender el reconocimiento de sus derechos sobre la propiedad de la tierra y eliminar el pago de un anacrónico impuesto: el Onceno.

Gracias a la incansable lucha de estos ciudadanos se conmemora el I Centenario de la consecución de sus legítimas reivindicaciones, en un procedimiento que se realza como modelo de lucha contra situaciones injustas.

En el acto celebrado en la Casa de Cultura del municipio albaceteño, Marín señaló que «es un día de celebración, pero también nos debe servir de reflexión, pues la realidad de comienzos del siglo XXI nos sigue dejando muestras para mantener despierta una combativa actitud con la que hacer frente a la injusticia». «En la actualidad nuestra Comunidad Autónoma está inmersa en una compleja coyuntura que, en gran medida, se deriva de la pésima gestión heredada del anterior Gobierno regional, cuya falta de previsión y su ánimo despilfarrador ha provocado una situación caótica en las cuentas regionales», argumentó.

Esta dinámica, «conlleva que sobre todos los castellano-manchegos recaiga el peor impuesto posible: una deuda inmensa que debemos afrontar entre todos, 5.000 euros por habitante. Sus consecuencias y su capacidad destructiva son mucho peores que las del Onceno que tuvieron que soportar los agricultores de Montealegre del Castillo», dijo el consejero, que también destacó la importancia «que los combativos ciudadanos de Montealegre del Castillo concedieron a la educación, al lograr un notable éxito social con la creación de un colegio para niñas, lo cual supuso, sin duda, una evidente muestra de su compromiso con el futuro y el progreso, cuya simiente se encuentra en una educación guiada por la libertad, la calidad y la autoridad».