argentina
Y Malvinas volvió...
Discurso patriótico de Cristina Fernández en la inauguración del nuevo Parlamento, donde tiene mayoría absoluta. La presidenta argentina evita hablar de la posible expropiación de la española Ypf- Repsol

En la calle la tropa kirchnerista se agrupó bajo banderas «albicelestes» firmadas por La Cámpora, la organización fundada por Máximo, el hijo de la presidenta. En el hemiciclo, los «muchachos» kirchneristas gritaron «¡Néstor no murió, Néstor no murió!». También entonaron la marcha peronista y lanzaron una lluvia de confeti. En el centro de la escena ella, Cristina Fernández de Kirchner , la jefa del Estado, que inauguró el quinto periodo consecutivo de sesiones de un Parlamento donde tiene mayoría absoluta. Anunció tres vuelos a Malvinas desde Argentina (hasta ayer era uno semanal y desde Chile), pidió al Reino Unido que se siente a renegociar la soberanía de las islas.
En un discurso largo, muy largo, -tres horas sin parar- Cristina Kirchner hizo repaso a los logros de su gestión, defendió la política que bloquea las importaciones, exigió más inversiones a los empresarios, dijo que reduciría subsidios pero los defendió y presentó una Argentina soñada. No obstante, no planteó suspender la ley de Emergencia Económica que data del 2001, cuando Argentina y bancarrota se hicieron sinónimos. Tampoco anunció, pese a los rumores, ninguna medida que afecte a Ypf-Repsol.
Cristina Fernández se despacho a gusto con el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri: «¿De donde se creía que era alcalde, de Nueva York? ¡Nooo, de Buenos Aires, esta ciudad que fue devastada!». La presidenta le reprochaba el rechazo a hacerse cargo de la gestión del metro. «Lo había firmado hace 90 días … Uno no puede devolver contratos y concesiones como si fueran pares de zapatos», insistió. Macri, en efecto, le había devuelto «el subte» (metro) tras anunciar el Gobierno que retiraba a la Policía federal que custodia las estaciones que es lo mismo que convertir el metro en territorio comanche. Por la mañana, «el alcalde», había instado al Ejecutivo a «hacerse cargo de la seguridad como corresponde o -pidió- traspásennos las facultades y los recursos». Ayer la huelga en el metro fue total .
Como ya es habitual, la presidenta recordó a su difunto marido, Néstor Kirchner, se le humedecieron los ojos y, confesó: «A veces, tengo dudas de si vale la pena seguir adelante ».
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