copa del rey
El cerrojazo del Barça le coloca en semifinales
Gran triunfo del equipo de Xavi Pascual ante el Lucemtum gracias a una sensacional defensa
Este Barcelona de Xavi Pascual no enamora por su juego. Sus posesiones interminables, frisando la bocina, alentan el bostezo de la grada. Valga como ejemplo, que ni los tres años trufados de títulos de la era Pascual han servido para que el Palau se llene de manera habitual. Aún así, a esta máquina de hacer baloncesto que ha creado el técnico catalán no se le pueden poner reparos y su eficacia, rozando lo infalible, está fuera de toda duda, como volvió a quedar patente este jueves en el Palau Sant Jordi.
Los azulgranas se conocen ya a la perfección. Sus movimientos son automáticos y su disciplina, castrense. Sin tener que aplicar la dureza de otros técnicos, Pascual ha conseguido que sus jugadores se apliquen en defensa con una intensidad absoluta y es ahí donde nace su ventaja en cada partido. Ante el Lucentum Alicante , la exhibición defensiva volvió a ser brutal, con solo 25 puntos encajados al descanso y 54 al final del partido, una de las anotaciones más bajas de la historia del torneo.
El arranque del choque fue un espejismo. Las ganas de los valencianos, que volvían a una Copa tras su participación en 2005, depararon unos primeros minutos de igualdad (12-13, min. 9) en los que pudo verse que Ivanov, su mejor hombre, no se encontraba en las mejores condiciones físicas. La entrada de Navarro, ausente en el cinco titular , supuso el inicio del fin para los alicantinos. Una «bombita», marca de la casa, sirvió como carta de presentación y como arranque de un parcial de 24-4 que dejó resuelto el partido antes de que llegara el descanso (36-17, min. 16).
El sufrimiento en la cara de los jugadores del Lucentum alimentaba cada nueva defensa azulgrana, que a su vez horadaba poco a poco el ánimo del rival. Así, el aro se fue haciendo cada vez más pequeño para los de Vidorreta , que no pudo repetir la hazaña de eliminar al Barcelona como había hecho en la Copa de 2008, cuando era el técnico del Bilbao Basket.
Los 25 puntos conseguidos por los alicantinos al descanso eran toda una proeza, viendo el derroche de la retaguardia azulgrana, que luego en ataque se divertía enviando balones a la zona, donde Vázquez, N'Dong y Lorbek hicieron mucho daño. A la espera de que lleguen citas mayores, Navarro se dedicó a hacer jugar a sus compañeros. El capitán del Barça repartió 5 asistencias y comenzó a cimentar su candidatura al MVP, que si el Caja Laboral lo permite este sábado, tendrá que terminar de apuntalar en la final del domingo.
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