Israel ve la sombra de Irán tras la cadena de explosiones en Bangkok
Una fuerte explosión sacudió por la mañana el número 71 de la calle Sukhumvit de Bangkok, una de las principales arterias comerciales de la capital tailandesa. Sus tres inquilinos, de origen iraní y llegados hace un mes al país , según la Policía, huyeron del lugar a toda prisa. Dos consiguieron alejarse, pero un tercero no lo logró. Intentó subirse al taxi de Sanchai Boonsoongnoen, pero este no paró y le lanzó una bomba que le causó heridas, lo mismo que a otros dos viandantes. Cuando vio que la Policía se aproximaba quiso lanzar un segundo artefacto, pero al manipularlo le explotó en las manos y perdió las dos piernas.
El fugitivo fue identificado como Saeid Moradi y su fotografía, con el rostro ensangrentado instantes antes de ser evacuado al hospital Kluaynamthai, encabezó la página principal del diario "Bangkok Post" durante toda una jornada en la que pasadas unas horas la Policía anunció la detención de un segundo inquilino del piso, que respondería al nombre de Mohamed Hazaei, en el aeropuerto de Suvarnabhumi cuando se disponía a volar a Malasia. La portavoz del gobierno, Thitima Chaisaeng, aclaró que el tercer individuo permanecía en paradero desconocido tras huir de una casa en la que la Policía encontró explosivo plástico C-4 y aparatos para la detonación de explosivos a distancia.
Hasta aquí el relato de unos hechos seguidos al detalle por la prensa local y que no tardaron en recibir respuesta desde Israel. El origen de los detenidos y los ataques del lunes contra las legaciones judías en India y Georgia llevaron al ministro de Defensa, Ehud Barak, a declarar que “Irán y Hizbolá son incansables elementos terroristas que suponen un peligro para la estabilidad de la región y de todo el mundo”.
Mientras las autoridades tailandesas se ponían en contacto con Teherán para intercambiar información sobre los detenidos, desde Delhi los investigadores aseguraban no disponer de pruebas suficientes para atribuir el atentado de la víspera en el que resultó herida una ciudadana israelí a ningún país.
Como si de un guión de una película de la Guerra Fría se tratara, Israel e Irán asumen los papeles de Estados Unidos y la Unión Soviética y se acusan mutuamente de una guerra en la sombra con sus servicios de inteligencia como principales actores. Teherán ve la mano de Tel Aviv detrás del asesinato de cuatro científicos nucleares desde 2007 y Tel Aviv apunta a la república islámica como responsable de las explosiones ocurridas en las últimas 48 horas en India, Georgia y Tailandia.
Todo ello con la crisis atómica de fondo y una nueva ronda de sanciones financieras por parte de la Unión Europea y EE.UU. Si estos castigos, que a partir de junio incluirán el embargo del petróleo iraní, no funcionan, Barack Obama repite en sus comparecencias que “todas las opciones están sobre la mesa” para frenar el programa atómico iraní. Opinión impulsada por Israel.
Jornada de protestas
Mientras las especulaciones y rumores sobre los detenidos en Tailandia elevaban la tensión entre iraníes e israelíes, en las calles de las principales de Irán los opositores tenían una cita con sus líderes que cumplían su primer año en arresto domiciliario. Mir Husein Musavi, ex primer ministro, y Mehdi Kerrubi, ex portavoz del parlamento, fueron recluidos en febrero de 2011 bajo la acusación de provocar los graves altercados que sucedieron a las elecciones de 2009. Los padres del "movimiento verde" permanecen desde entonces en sus casas y sus principales colaboradores encarcelados o en el exilio. Las autoridades prohibieron cualquier concentración de solidaridad y desplegaron a las fuerzas de seguridad en las plazas principales.
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