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El magistrado, En El Banquillo

Las tres causas de Garzón

El magistrado está imputado por investigar los crímenes del franquismo y por supuestas irregularidades en el patrocinio de una serie de conferencias de Nueva York

REDACCIÓN

El Tribunal Supremo ya ha dictado sentencia. Ha decidido inhabilitar al juez Baltasar Garzón durante once años por el caso de las escuchas de Gürtel. De poco han servido los argumentos que la defensa utilizó durante las distintas sesiones de un juicio que ha acaparado una gran atención por parte de los medios de comunicación y la sociedad. El magistrado, que fue juzgado por prevaricación y violación de las garantías procesales tras autorizar que se grabaran en la cárcel las conversaciones entre los tres principales imputados del ‘caso Gürtel’ y sus abogados, argumentó que ordenó las escuchas porque tenía indicios de que la trama corrupta quería blanquear capitales con la ayuda de sus letrados. Un supuesto que el instructor del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, negaba. La sentencia le ha dado la razón.

Pese a que la decisión del Supremo pone fin a la carrera del juez, a Garzón aún le quedan dos causas pendientes con la Justicia. Precisamente, durante las dos últimas semanas, el magistrado ha asistido al juicio, ya visto para sentencia, en el que está enfrascado por investigar los crímenes del franquismo. En este caso, Garzón se enfrenta a una petición de 20 años de inhabilitación por un delito de prevaricación que le imputan el sindicato ultraderechista Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad. ¿La razón? Se declaró competente para investigar a los desaparecidos durante la dictadura. La defensa de Garzón y la Fiscalía se han apoyado en la doctrina 'Botín' para pedir la anulación del juicio. "Ni Manos Limpias está legitimada ni el delito de prevaricación se encuentra entre aquellos que pueden sostenerse por una acusación popular", comentaba el abogado del juez, Gonzalo Martínez-Fresneda. Además, se pidió la nulidad de todas las actuaciones del juez Luciano Varela porque el instructor del Supremo rechazó un primer escrito del pseudosindicato por defectos de forma y, después, sugirió cómo corregirlo. Para la defensa de Garzón, lo que hizo Varela fue "asesorar" a la acusación popular hasta el punto de que Manos Limpias hizo un "copia y pega" del auto del magistrado en el que abrió juicio oral.

La otra causa que sobrevuela en estos momentos el Supremo está en relación al patrocinio de unos cursos de Nueva York. Se trata de unas conferencias que el juez dirigió, entre 2005 y 2006, organizadas por el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York. La querella, impulsada por los letrados José Luis Mazón y Antonio Panea, mantiene que Garzón se habría beneficiado del dinero que el Banco Santander aportó para financiar los cursos. Tras regresar de Estados Unidos y reincorporarse a sus labores profesionales, una de las querellas de las que el juez estrella se hizo cargo acusaba a varios directivos del Banco Santander de apropiación indebida de la sociedad SCI Gestión. En un auto del 27 de noviembre de 2006, Garzón decidía archivar la causa, previo informe favorable del fiscal. La supuesta relación entre ambos hechos bastó para que la acusación presentara una querella. Aunque tanto el Banco Santander como la Universidad de Nueva York niegan que se haya efectuado pago alguno, el juez instructor, Manuel Marchena, ha pedido un informe sobre las cuentas bancarias y el patrimonio del juez por las "contradicciones e inexactitudes" de Garzón durante su declaración como imputado.

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