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El Gobierno inyectará 6.000 millones más al FROB para nuevas fusiones de bancos

La reforma financiera anunciada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy obliga a las entidades a elevar en 50.000 millones de euros las provisiones contra las pérdidas del ladrillo

MONCHO VELOSO

El dinero público volverá a ser protagonista de la reforma del sistema financiero del país. Como ya había adelantado este diario , el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) será el encargado de impulsar la segunda oleada de fusiones de bancos y cajas, que el Gobierno quiere ver culminada en un plazo máximo de once meses.

Las entidades que protagonicen nuevos procesos de integración podrán recurrir a un préstamo de este fondo, que actualmente cuenta con unos recursos que ascienden a 9.000 millones de euros. Para mejorar esa capacidad, el Tesoro emitirá deuda por 6.000 millones de euros (el 0,4% del PIB) que luego inyectará al FROB, tal y como ha informado De Guindos esta tarde, durante la presentación de la reforma financiera del Ejecutivo popular.

De esta forma, el FROB pasará a contar con un total de 15.000 millones para abordar la nueva fase de reestructuración del mapa bancario español.

De Guindos ha asegurado que a pesar de poner de nuevo ese fondo a disposición de la banca, la reforma del sistema no supondrá coste alguno para el contribuyente, pues ese dinero se presta a las entidades, que tienen que devolver con un tipo de interés cercano al 8%.

La reforma financiera del Gobierno de Mariano Rajoy da a las entidades del país un plazo de cuatro meses a partir de hoy para la presentación de sus planes de fusión. Economía y el Banco de España tratarán de darles el visto bueno con la mayor celeridad posible para que, antes del próximo 30 de septiembre, los órganos de gobierno de los bancos y cajas que se integren en una sola entidad aprueben la operación. El 1 de enero de 2013 esas fusiones deben estar culminadas.

Paralelamente a ese proceso de reducción del número de entidades, Moncloa obliga al sector con esta nueva norma a aflorar su exposición al negocio del ladrillo. De Guindos ha anunciado que las entidades del país tiene un año para elevar en 50.000 millones de euros las provisiones para cubrir las posibles pérdidas que se deriven de la depreciación de sus activos inmobiliarios. Los bancos y cajas que protagonicen alguna de esas fusiones gozarán de un año más —por lo tanto, dos años— para engrosar ese colchón.

En concreto, las entidades financieras deberán provisionar el 80% del suelo que acumulan en sus carteras, el 65% de las promociones inmobiliarias y el 35% de las viviendas adjudicadas. Además, deberán dotar el 7% de los créditos sanos (que se siguen pagando a día de hoy) concedidos al sector del ladrillo.

El tercer pilar de la reforma pasa por la mejora del gobierno corporativo. Las entidades que se fusionen tendrán que presentar previamente a Economía un plan sobre la viabilidad de su negocio y de mejora de su gobernanza. Esto supondrá que la última palabra sobre retribuciones de los altos directivos la tendrá el Gobierno, tal y como adelantó ABC. Y además, para recibir el visto bueno de Moncloa, tendrán que ajustar sus órganos de gobierno.

De Guindos ha señalado que el obejtivo de esta reforma es recuperar la confianza de los mercados con la afloración del problema del ladrillo, y que este deje de ser un lastre para la concesión de créditos a empresas y familias.

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