El PSOE impulsó el voluntariado en las bibliotecas y ahora lo cuestiona
Barcelona, Zaragoza. Cuenca y La Coruña fueron pioneras cuando gobernaban los socialistas
La propuesta del Ayuntamiento de la capital de animar a los voluntarios que lo deseen a colaborar con las bibliotecas municipales se convirtió ayer en objeto de una polémica alentada por el PSOE. La idea fue lanzada en primera instancia por el delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, y recogida posteriormente por la alcaldesa, Ana Botella. Consiste en que los voluntarios que así lo deseen complementen el servicio que se presta en las bibliotecas municipales. La propuesta funciona ya en media docena de capitales de provincia : Barcelona, Zaragoza, La Coruña, Cuenca, Guadalajara y Murcia; en las cuatro primeras, fue impulsada por el PSOE cuando gobernaba. Además, se utiliza en la Biblioteca Nacional y está muy extendida en otros países como Inglaterra, Suecia o Estados Unidos.
En ningún caso se planteó la sustitución del personal profesional contratado por personas que ejerzan esas mismas funciones sin remuneración. Un mensaje que nada tiene que ver con la idea de «poner en manos de voluntarios los servicios públicos», como afirmaron dirigentes socialistas como Tomás Gómez o Rafael Simancas. Éste último llegó a pedir ayer por Twitter que la alcaldesa renunciara a su sueldo «en coherencia con su propuesta de servicio público voluntario». Las críticas prendieron en las redes sociales e, incluso, en medio de la confusión, suscitaron la reacción en contra de asociaciones como la Plataforma del Voluntariado de España, que pidió que la labor altruista no se confundiera con «mano de obra barata».
Los sindicatos UGT y CC.OO. llegaron a calificar de «vergonzante» la supuesta propuesta de que los voluntarios cubran puestos en la Administración, aunque dicha iniciativa nunca llegó ni siquiera a formularse.
El Programa Municipal de Voluntariado cuenta con cerca de 7.000 integrantes y en los últimos tiempos está experimentando un gran desarrollo. De hecho se ha ido incrementando año tras año, a un ritmo de casi sextuplicar el número total de inscritos del año 2007 con respecto al año 2011.
A continuación detallamos la situación del voluntariado en:
Barcelona: El PSOE puso en marcha en 2001 —año internacional del voluntariado— un servicio de participación ciudadana en la red de bibliotecas municipales.
Zaragoza: La capital del Ebro lo hizo en 2006 a través de un programa pionero en voluntariado: «La biblioteca en casa», un servicio de acercamiento de libros a personas mayores.
Cuenca: Desde 2009 el PSOE estableció voluntariado para dar clase de español a extranjeros y creó clubs de lectura en las cárceles.
La Coruña: La Biblioteca del Castrillón comenzó en 2001 prestando servicio a personas con problemas de movilidad, enfermos y ancianos. También gobernaba el PSOE.
Guadalajara: Lleva 20 años haciendo actividades de voluntariado, que se encargan de prestar servicios de supervisión de estudios, así como de la creación y difusión de los clubes de lectura.
Murcia: Desde el año pasado el servicio de voluntariado en la Biblioteca Regional acerca libros a domicilio.
Biblioteca Nacional: Desde hace años cuenta un grupo de voluntarios encargados del Museo y de la Sala de Lectura. Una práctica habitual desde hace años en países como Inglaterra , Suecia , Francia o Estados Unidos .
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