Clint Eastwood: «Vivo temiendo abrir el periódico cada día»
El cineasta desvela en «J. Edgar» la cara oculta del célebre director del FBI, encarnado por Leonardo DiCaprio
Con sus intensos ojos azules, Eastwood se interesa por saber nuestro nombre mientras se sienta relajado en su silla. Estamos en una suite del hotel Beverly Wilshire de Los Ángeles, y uno de los iconos sagrados de Hollywood lleva una chaqueta de golf beige y unos pantalones a juego. Su sonrisa invita a preguntarle sin tapujos por «J. Edgar», su último trabajo como director (aunque tiene en agenda el remake de «Ha nacido una estrella», con Beyoncé), donde se atreve a desvelar algunos misterios del primer director del FBI, hombre tosco y difícil que levantó una leyenda de misterio a su alrededor.
–¿Por qué se centró en el romance entre Hoover y Clyde Tolson, su cercano colaborador, en lugar de rodar un filme político o histórico al uso?
–Sinceramente, porque es una gran historia y quería contarla así. Su relación con Clyde Tolson, su mano derecha en el FBI, es uno de los grandes misterios en la vida de J. Edgar Hoover. Nadie sabe a ciencia cierta si mantuvieron un idilio gay o no. Y la verdad es que a mí no me importa.
–¿Cómo ve usted a Hoover?
–Fue un hombre increíble, capaz de crear el FBI a los 22 años dando la cara en el Congreso. Su pequeña oficina se fue convirtiendo en la mayor organización del país, aunque siempre proyectaba una sombra oscura, ya que no le gustaba mucho la gente.
–También era un hombre muy maniático y con grandes enemistades, por ejemplo Bobby Kennedy. ¿Cree que había una conexión entre su homosexualidad reprimida, su paranoia y su gran poder político?
–No sé si existió tal unión, tal vez. En aquel tiempo la homosexualidad estaba claramente escondida debajo de la mesa. Hoy se entiende y se acepta. Mucho se ha discutido ya sobre la tendencia sexual de Hoover, y creo que esta película va más allá. Él era un secreto en sí mismo, y a mí me gusta tener mi propia versión al respecto, igual que espero que quien vea la película forje su opinión.
–Pero al FBI no le ha hecho gracia que se aireen estos temas, ¿no?
–Mire, protestó sin haber visto la película, algo incomprensible. También el instituto Hoover me envió una carta quejándose de mi trabajo en el filme, pero si ellos tienen una idea preconcebida sobre Hoover, yo también tengo derecho, ¿no? ¿Quién está en posesión de la razón? Nadie lo sabe. Hoover hizo cosas maravillosas por mi país, pero también otras terribles.
–Leonardo DiCaprio redujo más de la mitad su salario para poder intervenir en el filme. ¿Qué opina de su trabajo?
–Es grandioso. Respeto mucho su forma de trabajar. Llegó al rodaje con su personaje estudiado, como a mí me gusta. Es un gran actor, vimos juntos muchos documentales de la época. Además, me sorprendió su capacidad para someterse a las cinco horas de maquillaje sin quejarse nunca. Es un tipo sensacional, muy entregado.
–Usted es famoso por su rapidez al rodar: si puede despachar una escena a la primera, mejor. ¿Cómo definiría su método de trabajo?
–Me gusta dejar la cámara grabar sin parar y ver qué hacen los actores. Por supuesto, hay pros y contras, aunque ellos son muy inteligentes. Pero si un actor me pide ayuda, le ayudo. Leonardo quería este papel y aceptó trabajar conmigo por mucho menos de 20 millones de dólares. Él podría rodar un filme de gran presupuesto y hacer montañas de dinero, pero sabe que está ahora viviendo sus mejores años y quiere interpretar personajes por los que será recordado.
–¿Eso es algo que le ha ocurrido a usted en su carrera?
–Sí. Yo también he hecho este filme (risas).
–¿Pero diría que usted es tan ambicioso como Hoover?
–Todavía lo soy, a pesar de mi edad. Cuando te embarcas en una aventura, siempre tiene una ambición. Eso es lo que a mí me divierte. Cada proyecto tiene un alma diferente que es necesario capturar. Para mí rodar una película siempre es un reto. Si no, me dedicaría a la ornitología (risas).
–¿Por qué lleva ese ritmo de trabajo?
–Bueno, dentro de poco cumplo 82, y 60 de ellos formando parte de esta industria. ¿Qué otra cosa voy a hacer? Me gusta el golf, sí, pero no quiero jugar cada día con los mismos amigos. Hay cosas mejor que hacer en la vida.
–¿Qué prefiere, conseguir un «eagle» o un éxito en taquilla?
–¡Un «eagle», sin duda!
–El mundo y Estados Unidos se encuentran atravesando una crisis muy seria. ¿Qué hace cuando lee el periódico por las mañanas?
–Lo de mucha gente: vivo temiendo abrirlo cada día. El mundo de hoy se parece mucho al que Hoover vivió desde los años 30 a los 70. La diferencia es que ahora estamos en la era de la información, tenemos acceso a las noticias de forma inmediata, pero es un periodo muy difícil en cuanto a economía, violencia... Estados Unidos, que siempre fue un país envidiado, es ahora un país vulnerable.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete