El primer clásico de la historia
El primer Madrid-Barça se jugó el 13 de mayo de 1902 en la Castellana, con una prensa que aún tenía que explicar las reglas de aquel «juego importado de países extranjeros»

El 15 de mayo de 1902, un periodista del diario «El Liberal» se lamentaba en su columna de «no tener un amigo concejal» que le hubiera proporcionado «unas papeletas» para asistir a esa extraña competición llamada «Foot-Ball» que se había celebrado en el Hipódromo de la Castellana. Un pequeña cita a la que asistieron unos pocos cientos de curiosos que, sin saberlo, presenciaron un acontecimiento que, 110 años después, verían más de 400 millones de personas en todo el mundo: el primer Madrid-Barça de la historia .

« La Correspondencia de España », « El Liberal », « El Imparcial » o « El Heraldo de Madrid »… todos los diarios de la época le dedicaron un pequeño hueco a este partido, a pesar de que algunos de sus periodistas no supieran con exactitud en qué consistía este deporte y cuáles eran sus reglas. Se referían a él como un juego que « no arraiga ni se desarrolla grandemente en Madrid » o un «”sport” importado de países del extranjero».
El mismo columnista de «El Liberal» describía aquel partido de fútbol con una irónica y peculiar comparación con la situación política de entonces, que bien podría tener validez ahora: «Yo no le presencié por las razones expuestas –decía–, pero según referencias de un convecino que lo presenció de lejos, es un juego parecido al que ahora se traen Sagasta y Canalejas . Se trata de una bola, como la crisis, que también es una bola, ¡y muy grande!, y el arte está en ver quién hace con ella más prodigios de agilidad y de destreza. En el “Foot-Ball” político, Canalejas acaba de dar con la crisis a Sagasta en las narices ; pero, ¡quién sabe lo que ocurrirá mañana!... Lo principal es que se acabe el partido».
«Copa de la Coronación» de Alfonso XIII
Aquella primera «batalla» se dio en el torneo organizado en el Hipódromo de Madrid para festejar la coronación como Rey de Alfonso XIII, tres días antes de que alcanzara la mayoría de edad. Fue la primera competición futbolística a nivel nacional celebrada en España y en ella se enfrentaron cinco equipos con un número inimaginable hoy de suplentes: el Madrid Foot Ball Club , por ejemplo, contaba con 37 suplentes; el Foot Ball Club Barcelona , con 20, y el New Foot Ball Club de Madrid , con nada menos que 43, mientras que el Vizcaya sólo llevaba seis y el Club Español Foot Ball , de Barcelona, ninguno, según informaba «El Liberal» .

A pesar de la ignorancia general, la cita generó cierta expectación y supuso un éxito, superando en afluencia a las famosas carreras de caballos . «Había verdadera ansiedad por admirar la agilidad de estos jugadores y su manejo especial de la pelota», podía leerse en « Vida Galante », mientras que « La Correspondencia de España » hablaba de una prueba «brillantísima».
«En la circunferencia de la pista se veía triple fila de sillas completamente llena de público , entre el que predominaban las señoras en número considerable. En el resto de la “pelouse” veíanse también carruajes y caballos de todos los “sportsmen” más conocidos de Madrid», escribían otros periódicos, que jamás empleaban terminos en español para referirse a este deporte: no era fútbol, ni equipos, ni goles, ni cesped, sino "Foot-Ball", "teams", "goals" o "pelouse". Aquello era aún algo extraño.
Las crónicas del día después
Los dos grandes del fútbol actual se enfrentaron entonces en semifinales, con un Barcelona que vestía «blusa azul y encarnada» y un Madrid «de blusa blanca y cinturón de colores nacionales». Y, curiosidades del tiempo, aquel primer encuentro se saldo con el mismo resultado que el último clásico celebrado: 3 a 1 para el Barça .

Las crónicas no ocuparon más que un par de párrafos en cada periódico, aunque bien podía alegrase el clasico de haber simplemente encontrado un hueco. Eran los primeros periodistas deportivos de este país, en el primero asalto de esta «guerra» interminable. Juzguen ustedes mismos:
El Imparcial : « Este partido, desde el principio estuvo muy reñido, defendiéndose muy bien los madrileños contra los de Barcelona, que desde el primer momento se observó les llevaban considerable ventaja en facultades físicas y en experiencia del juego ».
La Correspondencia de España : « La lucha fue reñidísima, como demuestra el hecho de que solamente hicieran en los noventa minutos, tres “goals” los catalanes y uno los madrileños. Las ovaciones se repitieron infinidad de veces durante todo el partido, que se jugó muy bien y ordenadamente por parte de los de Barcelona y brillantemente y con grandes arrestos por los madrileños que jugaron de una manera magistral, teniendo en cuenta el poco entrenamiento de todos sus jugadore s».
El Liberal : « El segundo partido se los disputaron el Madrid Foot-Ball Club y el Foot-Ball Club, de Barcelona. Perdieron los madrileños, haciendo un tanto, mientras que alcanzaron tres sus contrarios. Jugaron muy bien los madrileños; pero con la desventaja de ser casi todos gente nueva en este vigoroso “sport”. Sin embargo, llamó la atención por su fuerza, agilidad y sangre fría Mr. Thomson, que forma parte del Club de Madrid ».
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