Una obra de Clifford Still, vendida por 61,7 millones de dólares

Veinticuatro horas después de que el arte pop animara el mercado en la subasta que celebró Christie's en Nueva York, donde una obra de Roy Lichtenstein, «I can see the whole room and there's nobody in it!», fue vendida por 43,2 millones de dólares , y «Silver Liz», de Andy Warhol, por 16,3 millones, el arte contemporáneo ha vuelto a romper todas las previsiones. Fue anoche, también en Nueva York, pero esta vez en la sala Sotheby's . El gran protagonista de la cita fue, esta vez, el expresionismo abstracto norteamericano, y concretamente, Clyfford Still. Su obra «1949-A-No. 1», se remató en 61,7 millones de dólares , nuevo récord para una obra de este artista. Durante la subasta se vendieron, además, tres obras más de Still: «1947-Y-No. 2» (31,4 millones), «PH-1033» (19,6 millones) y «PH-351» (1,24 millones). Sotheby's logró subastar los cuatro cuadros que tenía en venta del expresionista abstracto por un total de 114 millones de dólares.

«Esta joya es, sin ninguna duda, uno de los mayores referentes del arte estadounidense del siglo veinte, y viene a confirmar la importancia y la resonancia de Still en los cánones del arte contemporáneo estadounidense», afirmó el director del departamento de arte contemporáneo de Sotheby's, Tobias Meyer, informa Efe. La venta de Sotheby's consiguió un total de 315.837.000 dólares , muy por encima de la estimación previa (192-270,8 millones). Además de Clyfford Still, también mejoraron sus marcas Gerhard Richter, Cady Noland, Joan Mitchell, Dan Flavin, Albert Oeheln, y David Hammons. De Richter se vendieron ocho obras por un total de 74,2 millones y siete de Warhol por 22,8 millones.

Estos excelentes resultados del arte contemporáneo esta semana en las subastas de Nueva York contrastan con las mediocres ventas la semana pasada de la pintura moderna en Christie's, donde quedaron sin vender 31 obras de artistas como Picasso, Magritte, Giacometti y Degas . Los expertos se preguntan aún por qué ocurrió aquello: si los precios estaban inflados o simplemente los coleccionistas se han decantado por el arte contemporáneo. El tiempo dirá.