Suscribete a
ABC Premium

Parados y difuntos

La muerte moderna es el paro

IGNACIO RUIZ-QUINTANO

La muerte moderna (laica) es el paro.

En un mundo de hechos, el paro (la muerte) es un hecho más.

La muerte es pararse de repente; el paro, morirse poco a poco.

-Ya estoy despedido —dice Ramón Gómez de la Serna en su lauda de «Los muertos y las muertas».

Desde que la crisis se soltó el moño, el paro es (con la muerte) lo único democrático que existe en España, y si Felipe II firmó «Yo, la Muerte», Zapatero debería firmar «Yo, el Paro».

-Yo he visto puestos de trabajo de por vida y cestas de Navidad de la empresa con paletilla —declaraba el otro día Forges en una viñeta con morriña de aquellos inventos franquistas.

Humor negro para transitar por la muerte y humor vago para transitar por el paro.

¿Y el primer día del parado? ¿Y la primera noche del muerto?

-La prisa de los demás, reveladora de vida, produce, sin duda, una especie de humillación en el difunto —observa Fernández Flórez— A nadie le puede gustar, por lo menos en los primeros días, que le recuerden que ya no existe, y pasar inactivo.

Ése es el miedo del parado.

El miedo del parado al primer día en el Inem, el miedo del difunto a la primera noche en el cementerio, donde no es posible el descanso: se extraña todo y a cada instante se espera que ocurra algo tremendo.

Para entendernos: si cuando muere un gran hombre siempre añade algo a la Vía Láctea, cuando un gran hombre es despedido siempre añade algo a la Epa.

Rubalcaba, el Münchhausen de Ferraz, le ha dicho al «Washington Post» que el 90 por 100 del paro es del ladrillo de Aznar.

No respetar a los parados es no respetar a los muertos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación