Hoy despega el último vuelo del aeropuerto de Ciudad Real
Los aviones dejan hoy de operar en el aeródromo, acosado por su baja rentabilidad

Los aviones dejan hoy de despegar y aterrizar en el Aeropuerto Central de Ciudad Real , que está a punto de cerrar sus puertas, acosado por su baja rentabilidad y la ausencia de compañías aéreas que quieran volar desde el aeródromo manchego.
La aventura de este aeropuerto, pionero en ser promovido en España por la iniciativa privada, se aproxima a su final tras trece años de andadura y un rosario de continuos problemas económicos y financieros, a los que se unieron también graves problemas ambientales.
Vueling , única compañía que opera en el aeródromo, deja de hacerlo hoy, mientras el juez decide si acepta la petición de los administradores concursales del aeropuerto de cerrarlo de forma temporal.
Por su parte, una veintena de integrantes del movimiento 15M ha protagonizado hoy una sentada simbólica en las instalaciones del aeropuerto para mostrar su rechazo a la gestión llevada a cabo en esta infraestructura aeroportuaria. Denuncian "el fraude" que ha supuesto y exigen "responsabilidades políticas, económicas y en su caso, penales".
Despilfarro en el aeropuerto
Desde sus inicios en 1998, el aeropuerto de Ciudad Real tuvo que superar el hecho de que su promotores eligieran como ubicación para su construcción una importante área natural considerada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por la Unión Europea, por su importancia como hábitat para la conservación de las aves esteparias.
Esta circunstancia, motivó que el Ministerio de Medio Ambiente forzará a los promotores del proyecto a realizar hasta t res declaraciones de impacto ambiental para obtener la preceptiva licencia de vuelo, que finalmente llegó en diciembre de 2008.
A pesar de que el aeropuerto de Ciudad Real abrió en plena crisis económica, los empresarios promotores consideraron que el aeródromo podía ser viable económicamente al romper el monopolio de Aena en la gestión de aeropuertos y poder ofrecer precios más bajos y servicios más flexibles a las compañías aéreas.
Para ello, no dudaron en emprender estrategias comerciales como la que les llevó a intentar denominarse "Madrid Sur Ciudad Real", lo que motivó que la Comunidad de Madrid presidida por Esperanza Aguirre a amenazara al aeródromo manchego con denunciarlo por utilización indebida de los signos distintivos de esta comunidad autónoma.
Sus intenciones eran convertirse en una alternativa real a Barajas , y su plan de viabilidad contemplaba alcanzar durante el primer año de servicio un número de pasajeros cercano a los 800.000, que llegaría a ser de 2,8 millones tras cinco años de funcionamiento, lo que le haría entonces ser rentables.
Estas previsiones nunca llegaron a cumplirse, y desde que comenzó su funcionamiento y hasta el primer semestre de este año, por el Aeropuerto Central de Ciudad Real tan solo han pasado un total de 100.037 pasajeros .
Cuatro compañías aéreas han prestado servicios desde el Central, las dos primeras fueron Air Nostrum y Air Berlín , que comenzaron a operar en 2008 y dejaron de hacerlo en septiembre de 2009 y mayo de 2010, respectivamente, por su baja rentabilidad.
Tras ellas, llegó la compañía irlandesa Raynair , que voló desde mayo de 2010 y lo dejó en noviembre de 2010, tomando su relevo la compañía Vueling, que inició sus vuelos ese mismo mes y que, ahora, da por concluida su estancia en el aeródromo manchego al no ver cubierta sus expectativas de negocio.
La compañía Danesa , que se hizo cargo, junto a Transportes Aéreos Mar de Vigo , de las operaciones de la terminal de carga del Aeropuerto Central de Ciudad Real paralizó esta actividad a finales de 2009. Con la intervención de Caja Castilla-La Mancha por el Banco de España en marzo de 2009 y la presentación por parte de la empresa Montreal, que había realizado obras en el aeropuerto, de una solicitud de concurso de acreedores ante el juzgado, comenzaron a desatarse los problemas económicos en el aeródromo manchego, cuyos gestores, previamente, habían logrado que se cambiara la ley regional del suelo (Lotau) para evitar problemas de liquidez económica.
La mala situación económica llevó al Consejo de Administración del aeropuerto a solicitar a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha un aval de 140 millones de euros para abordar con éxito la reestructuración financiera de la compañía, aunque finalmente no fue ejecutado al decidir el juzgado suspender al Consejo de Administración y decretar el concurso de acreedores por impago de deudas.
El aeropuerto quedó entonces en manos de los administradores concursales , que han gestionado la operatividad de todos los vuelos y la normalización de la actividad durante unos meses, aún cuando presentaron un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a la práctica totalidad de los trabajadores.
El anuncio de Vueling de que ya no volará más desde Ciudad Real llevó a los administradores concursales a pedir al juzgado el cierre temporal de la infraestructura.
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