Teddy Bautista pide 1.200.000 euros a la SGAE por despido
La entidad se dirigea Sinde para solicitarun observador permanente de Cultura
La SGAE confirmó aer lo que ya adelantó ABC el pasado 12 de septiembre: Teddy Bautista ha demandado a la entidad por despido nulo o improcedente y exige una indemnización de un total de 1.200.000 euros, el equivalente a 45 días por 42 mensualidades de su sueldo de 400.000 euros brutos anuales entre SGAE y lo que le corresponda por lo ganado en la Fundación Autor, dada su antigüedad desde los años 80. Es el máximo que permite la ley.
La demanda del expresidente del Consejo de Dirección llegó a la SGAE hace un par de semanas. Desde hace más de un mes se especulaba con una cantidad mayor de la exigida por José Neri, el presunto cabecilla de la trama descubierta durante la operación «Saga», que exigió un millón de euros. Antes de interponer su propia demanda, Teddy Bautista ha estado barajando otras posibilidades, como ser nombrado asesor internacional y de Arteria. Pero Arteria está en demolición y el juez Ruz ha encontrado nuevas pistas que le han obligado a tomar una medida inusual: volver a decretar el secreto de sumario de la operación «Saga».
Un observador permanente
Por otra parte, la SGAE ha enviado al Ministerio de Cultura una invitación por escrito para que el Departamento que dirige Ángeles González-Sinde destaque a un observador permanente ante los órganos directivos de la entidad. La presencia de un observador está prevista en la Ley de Propiedad Intelectual.
Según ha podido saber ABC de fuentes de la entidad, la SGAE ha querido por esta vía oficial tener un gesto de acercamiento hacia un ministerio que hace tan solo unas semanas remitió un oficio de apercibimiento en el que ofrece a la SGAE un plazo de cuatro meses para mejorar sustancialmente la información sobre cuentas y reparto de derechos si no quiere afrontar una retirada de licencia.
La invitación ofrecida por la SGAE a Cultura incluye una presencia permanente en todas las reuniones de la Junta Directiva, de la Comisión Rectora, así como de la Comisión de reforma de los Estatutos que está ahora mismo en marcha para modificar las normas electorales. Desde la entidad se quiere poner de manifiesto la total transparencia que reina en esta etapa de renovación, que debe concluir con las elecciones del próximo 16 de enero y que incluye una profunda reforma de estatutos y la ruptura total con el pasado, con la era Teddy Bautista.
Urge aprobar los estatutos
El Ministerio aún no ha respondido a esta invitación formal desde la SGAE pero se sabe que las relaciones se han vuelto tensas. Ya desde el inicio del mes de septiembre se ha intentado una comunicación fluida con el Ministerio con el fin de que allí se conciencien de la urgencia de aprobar los nuevos estatutos. El calendario está determinado por las elecciones generales del 20 de noviembre.
La asamblea de la SGAE que debe aprobar los nuevos estatutos debe celebrarse el 30 de noviembre, con el ministerio ya en funciones. Si no se aprueban de inmediato, será imposible celebrar los comicios de la entidad el 16 de enero, dando al traste con la renovación que la SGAE ha puesto en marcha. «Ese escenario no le interesa a ninguna de las partes, el proceso es limpio y merece el total respeto de los políticos», asegura un alto directivo de la SGAE.
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