ENTREVISTA
«Equivocarse no es un fracaso; atrévete y no le tengas miedo»
Arantza de Areilza es decana de la Escuela de Artes y Humanidades del Instituto de Empresa

-¿Cómo casan las Humanidades con las empresas?
Cuando decidimos introducirlas en el Instituto de Empresa [IE], preguntamos a nuestro Consejo Asesor Internacional si la empresa iba a valorar esa formación. Y la respuesta de un consejero fue fabulosa: «Las empresas han sido hasta ahora orquestas filarmónicas, con un director, pero hoy en día funcionan ya como orquestas de jazz, en la que se busca la creatividad en la composición».
-¿Cuándo surge esta «pequeña ONU» en Madrid?
-El IE es una rara avis. Surgió por una iniciativa privada de emprendedores españoles en 1973. Y poco a poco se ha convertido en una de las primeras escuelas de negocios a nivel internacional.
-¿Hay una fórmula mágica?
-Aplicando lo que enseñamos, que es el espíritu emprendedor. Es una de nuestras señas de identidad. Da igual que seas médico, arquitecto, historiador del arte o abogado, se trata de atreverse, de no tener miedo a equivocarse. Yo he vivido mucho en Estados Unidos y una de las lecciones que aprendí era el ¡atrévete! y no le tengas miedo al fracaso.
-¿Toda experiencia es positiva?
-Sin duda. Equivocarse forma parte de la experiencia, no es un fracaso. Ese «¡atrévete», el atreverse, es una de las claves del éxito. Y las personas que crearon el IE han sido unos visionarios. En un país como España han conseguido que personas de 89 nacionalidades vengan a estudiar Administración de Empresas con nosotros. Es digno de mención.
-¿El Instituto de Empresa está formando hoy a los grandes líderes del futuro, a quienes decidirán el destino de este «mundanal ruido»?
-Yo creo que sí. Es una de las misiones de esta casa: formar líderes empresariales. Una de las innovaciones fue la introducción de las Humanidades dentro del currículum académico de los programas máster, algo que ninguna escuela de negocios del mundo ha hecho.
-¿Vivimos en un mundo deshumanizado?
-Yo diría muy especializado y acelerado. La vuelta al Humanismo es esencial. Y fundamental intentar extender la mirada de nuestros alumnos más allá de la realidad aparente, como hacemos aquí.
-¿Es buena cosa que se haya profesionalizado la política?
-Ese es uno de los problemas: que el político es un profesional, cosa que antiguamente no era así. Eso entraña otra serie de problemas, como que la mayoría de políticos que tenemos no tocan la realidad.
-Y la estructura de Estado, ¿se resiente?
-Es imposible, carísima, para lo que España puede afrontar hoy. La estructura autonómica española es insostenible. Y me atrevo a decir una cosa.
-Atrévase.
-Que fue un error, en su momento, aquella política del «café para todos»...
-¿Nuestra sociedad civil es débil?
-Muy débil. Porque nuestra democracia es más joven que la mayoría de las de nuestros vecinos europeos, por la profesionalización de la política, porque tenemos un tercer sector francamente débil...
-¿Y que emerja un movimiento civil?
-Eso es bueno, denota que hay una voz de la ciudadanía independiente de los partidos políticos. Es un signo de madurez de la sociedad.
-¿La clase política está desacreditada?
-Yo creo que sí. En España hay un debate político muy pobre. Más que eso, existe un intercambio de insultos. Hemos visto muchos casos de corrupción que se han dejado pasar.
-Todo vale, ¿no?
-Sí. Hay una especie de sentir general de ese «todo vale»... Tenemos una democracia débil en España.
-La partitocracia destruye todo espíritu crítico.
-Hay que potenciar el espíritu crítico y emprendedor de las personas. Yo he visto la política muy de cerca,y hoy en día se puede contribuir a la mejora de España de muchas formas. He elegido la Educación, que me parece fundamental.
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