ABC Cultural / LIBROS

Llega a las librerías el Houellebecq acusado de plagio

Houellebecq es sinónimo de polémica. Ahora, llega a España su última novela, «El mapa y el territorio», con la que ganó el Goncourt y por la que fue acusado de plagiar a Wikipedia

Llega a las librerías el Houellebecq acusado de plagio abc

andrés ibáñez

01/09/2011
Actualizado 03/09/2011 a las 19:39h.

Los padres no quieren a los hijos, y en cuanto un hombre se divorcia las relaciones con sus hijos pierden todo sentido . En La posibilidad de una isla, el protagonista se hace unos huevos con tomate el día del suicidio de su hijo y reflexiona que el mundo está mejor sin un imbécil como él. Los ecologistas son una pandilla de cretinos. Los norteamericanos son unos gilipollas. Cuando una mujer pierde su atractivo y un hombre la potencia sexual, lo mejor es el suicidio. No hay nada peor que envejecer, y es una lástima que el interés de los nazis por la eugenesia haya servido para desacreditarla. Lo único bueno que hay en el mundo es el vino francés, el turismo sexual, la prostitución en general y el intercambio de parejas . Una buena amante es aquella que está dispuesta a tragarse el semen y que disfruta del sexo en grupo. Sin embargo, la revolución sexual fue un desastre porque destruyó la familia, que era «la última barrera del individuo frente al mercado». Los que van a retiros de yoga lo único que buscan es follar. Los movimientos contraculturales de mediados del siglo XX estaban promovidos por sinvergüenzas que disfrutaban engañando a la gente y eran libertinos, sádicos y asesinos en potencia. Los crímenes de Charles Manson son la consecuencia inevitable y natural del movimiento hippie (sic). ¿Por qué? Porque los hippies no querían obedecer «las reglas de la sociedad» (sic).

Malísimo Nabokov

Al mismo tiempo, la prostitución debería estar totalmente legalizada, el turismo sexual es la única solución que tienen los occidentales para encontrar el placer que ya resulta imposible en Europa, el tráfico sexual de menores es un tema en el que se exagera groseramente y debería levantarse de una vez por todas la prohibición del incesto (sic a todo). La poesía ha quedado obsoleta por la aparición de «procedimientos fiables de testimonio objetivo». Nabokov es un malísimo escritor . Agatha Christie es la escritora que mejor ha descrito el dolor de envejecer (sic). La única solución a los problemas de la humanidad estaría en la creación de una raza «neohumana» en la que no existiera la molestia de la reproducción, y en la que los seres humanos tuvieran corpúsculos de Krause (los que abundan en las zonas erógenas de los órganos sexuales masculinos y femeninos) por todo el cuerpo, de modo que pudieran ser inmortales, librarse del coñazo de tener hijos y tener orgasmos sin parar . Esto último relatado con gran emoción y sensibilidad. El mundo de hoy día es «brutal» (y París es una ciudad peligrosísima llena de una violencia desatada) y el arte ha de ser todavía más brutal que la realidad ya que, si no lo es, se convierte en arte «convencional». Poco se puede añadir, y consideramos que es el lector el que debe juzgar estas ideas por sí mismo y decidir si son interesantes, inteligentes y provocadoras o bien uno de los más claros ejemplos que conocemos de la tremenda confusión que vive actualmente la cultura occidental.

Céline, Thomas Bernhard , Gombrowicz y muchos, muchos otros, ya crearon antes voces narrativas llenas de odio , resentimiento, ironía y sarcasmo. Pero hay una diferencia entre esos autores y Houellebecq : precisamente la creación de una poderosa voz narrativa, que es también una música y un sistema de imágenes.

Houellebecq , por el contrario, no tiene ninguna voz especial. Es un gran agitador, un autor a menudo apasionante, pero no es un gran escritor ni mucho menos un gran novelista. El tono de sus novelas parece provenir directamente del autor, no del personaje. De hecho, no hay personaje, o hay un personaje que es en realidad el autor. Lo fascinante, lo desesperante en Houellebecq es que cualquier crítica que se le pueda hacer se convierte de inmediato en parte de su fenómeno . No en descripción, sino en característica. No en mapa, sino en territorio. Quiero decir que quizá el hecho de que Houellebecq, el importante autor francés, sea en realidad un escritor de segunda fila, es, a la postre, lo más significativo de su posición dentro del mundo de la literatura actual.

Crítica de la modernidad

El mapa y el territorio es, quizá, la mejor de sus novelas . Es la menos escandalosa, la menos utópica y fantasiosa, pero es la que se lee con más interés. De forma característica en Houellebecq, la lectura se torna verdaderamente apasionante no en las numerosas escenas eróticas (cuya capacidad titilante es prácticamente nula), sino en ese magnífico momento en que el padre de Jed Martin, un arquitecto retirado, comienza a hablar y a explicarle a su hijo cuál ha sido su vida y su lucha profesional. Es en estas digresiones ensayísticas donde Houellebecq destaca. El padre de Jed hace una apasionante crítica de la modernidad oponiendo el funcionalismo de Le Corbusier nada menos que al movimiento Arts and Crafts de William Morris.

Por lo demás, la novela abunda en temas que resultan interesantes y, como suele decirse, rabiosamente actuales. La indeterminación de lo que es izquierda y derecha. Las transformaciones sociales que está sufriendo Europa. La pregunta, aparentemente ingenua, «¿Por qué trabajamos?» , que da lugar a una serie de reflexiones apasionantes sobre el dinero.

Pero si nos gusta especialmente El mapa y el territorio es porque en esta obra Houellebecq logra, por fin, crear un personaje memorable . Se llama Michel Houellebecq y es un famoso escritor francés enamorado de los prostíbulos de Tailandia . Sin duda es un signo de nuestro tiempo que un escritor contemporáneo solo logre crear un personaje si este personaje es él mismo, o alguien curiosamente parecido a él mismo. Añadamos (no spoiler) que la trama tiene un giro radical y sorprendente que hace que la lectura del tercio final del libro resulte absolutamente absorbente. Un giro en la historia y un cambio de registro , e incluso de género, que revela una nueva maestría en el uso del tempo narrativo.